Ya se habían tardado. Pero por fin lo hicieron: armar un mapa de ruido. Sí, una investigación que definirá a qué cantidad de ruido estamos expuestos en la ciudad, de acuerdo con su intensidad, afectación y relevancia. ¿Como para qué? Pues para conocer los problemas de ruido que existen en las diferentes zonas del DF y, luego, elaborar políticas que los atiendan, léase: los eliminen.
Cláxones por tráfico vehicular
Uff. Si ya de por sí están estresados por estar atorados entre filas de autos interminables, mientras su novia los espera en negligé negro o su chico les puso un hasta aquí porque ya están cansados de su impuntualidad ¿para qué se desesperan más oprimiendo el claxon? En verdad, no son ninguna orquesta automovilística. Lo único que hacen es generar más contaminación, más estrés y más violencia. Calma, mejor pónganse musiquita padre y resígnense. O dejen el auto en casa, súbanse al transporte público, pónganse audífonos y ya está. O, una palabra: Ecobici.
Vendedores de cds en el metro
Más que promover la piratería, el delito que cometen estos señores es el de molestar a la gente. Alguien debería decirles que hay algo que se llama respeto; si piensan que entre más le suban a su bocina más rápido caerá el cliente, están muy equivocados: Lo único que logran es detener conversaciones, saturar nuestros tímpanos y, en síntesis, llenar el ambiente de furia. Y hay algo peor: ¡venden reggaeton!
Sirenas de patrullas y silbatos de polis
La policía de nuestra ciudad es poco más que despreciada por prácticas tan detestables como la corrupción, si a eso le agregamos la escandalera que hacen cuando llevan prisa o “controlan” las vialidades, el sentimiento se inflama en nuestros corazones. Ok, es entendible cuando llevan prisa por capturar a un maleante, pero, con la fama que ya tienen, nos parece que más bien les urge su torta de tamal. Y lo otro, ¿que no para eso están los semáforos?
Taladro de aire comprimido
Alarmas de auto en la madrugada
Todos los que tenemos carro sabemos que la alarma es un aditamento importantísimo –casi indispensable– para cualquier automóvil, pero también estamos concientes de lo molesta que puede resultar una de esas que son ultra sensibles y que a las 3 de la mañana comienzan a sonar por culpa del viento, porque un mosquito se paró en el cofre o porque le cayó popo de pájaro. ¿Y nuestro sueño? Bien, gracias.
Las máquinas corta-césped un domingo por la mañana
Toda la semana despertamos a las 6am para llegar puntuales a nuestro trabajo, anhelamos que llegue el fin de semana para salir de fiesta y –obvio– el domingo está reservado para descansar, pero resulta que al vecino se le ocurrió que la hora más temprana de ese día es excelente para asear su jardín. Que alguien lo cuelgue.
Aullidos y ladridos
No es que nos molesten al 100% , pero hay mucha diferencia entre escuchar ladridos en un parque o en la calle y escucharlos ininterrumpidamente en el departamento vecino. Y lo peor es que no podemos culpar al pobre animalito por sus ruidos; al que sí es al dueño; ¿o qué?, ¿a poco los perros se la pasan ladrando durante horas nomás por el puro gusto?
Reggaeton
Habrá para quienes esto sea música. Para otros tantos –ojalá fuera el mundo entero– es ruido. Si no eres fan de este género musical, te resultará muy molesto que, en donde quiera que estés, de pronto se comiencen a escuchar aquellas rimas tan “amorosas y respetuosas” para el género femenino. A nosotros, por lo menos, nos molesta tanto el perreo, como escuchar “Voy a darle, gata”, “Que tú eres callejera, Street Fighter” y todos sus derivados.
¿Cuál es tu ruido odiado?