Atrás quedaron sus años mozos en los que era una acogedora alameda en la que paseaban carruajes, se montaba a caballo y se sentaba uno (como si yo hubiera vivido en ese tiempo) con tranquilidad en sus áreas verdes a ver pasar el tranvía.
Desde que a alguien se le ocurrió quitarle el glamour y convertir la plancha del Zócalo en un recuadro de cemento, el uso que ahora se le da es muy variado. Comencemos.
Pista de hielo
El visionario Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard un día se preguntó por qué no darle a los capitalinos la oportunidad de conocer la experiencia de poner dos pies en una pista de hielo y de inmediato pensó en un excelente lugar para hacerlo; la plancha del Zócalo.
Al final sabe que a los chilangos nos encanta el mitote y que estamos dispuestos a formarnos 4 horas para patinar 45 minutotes nomás porque es gratis.
Plantódromo
Ningún lugar en el DF es tan acogedor e idóneo para montar un plantón (ajá), que todos se enteren de que existes y de paso también te sirva como dormitorio, baño, sala, comedor, cuarto de lavado, estudio, sala de juntas, basurero y un gran etc. pues, al fin la Plaza de la Constitución es de todos empezando por el SME ¿verdad?
Aunque también sabemos de algunos otros que preferirían Paseo de la Reforma (¡toing!).
Estacionamiento
Si no te manifiestas en el Zócalo lo más seguro es que nadie se entere de las inconformidades que vienes manejando, por ello, en algún momento de su existencia los autotransportistas decidieron convertir el primer cuadro de la ciudad en un enorme estacionamiento para exigir el cumplimiento de sus demandas. ¿Y los demás qué culpa tenemos?
Centro cultural
Gracias a esta categoría hemos disfrutado de un sinfín de ofertas culturales como exhibiciones de luces, museos, galerías, tianguis de artesanías. Woaaooo, cuánta versatilidad. Aquí sí se merecen una palomita.
Centro de espectáculos
Grandes conciertos ha albergado la plancha del Zócalo. Tan épicos como el de Café Tacuba en 2005, Manu Chao en 2006 y bueno, bueno, para los poperos también hay, como Shakira en 2007 o Justin Bieber en 2012.
Para los de muy buen gusto este mismo año con Paul McCartney. Qué bellos recuerdos y qué buenos empujones (¡auch!).
Estadio de futbol
En 2012 llegó a la Ciudad de México Homless World Cup, un evento de futbol que promueve la práctica del deporte entre niños y niñas de la calle de todo el mundo.
Y qué mejor que la majestuosa plancha del Zócalo para hacerla de cancha de futbol.
También vivimos la experiencia del FIFA Fan Fest durante el Mundial de Sudáfrica en 2010 y por eso insistimos en la capacidad camaleónica que posee nuestra Plaza de la Constitución.
Pasarela militar
Nos sentimos más mexicanos que nunca los días 16 de septiembre cuando el desfile militar conmemora la Independencia y vemos pasar infinidad de tanques, camiones, camuflados, enfermeras, aviones, helicópteros, caballos, charros (adelitas no, ni que fuera aniversario de la Revolución) y muchas otras curiosidades que refrendan año con año su obediencia y servicio al primer mandatario de este país. (No por favor, me van a hacer llorar).
Cuaderno de dibujos
¡Ah! La ternura de ser un boy scout y dibujar una gran flor de lis en la plancha del Zócalo. No tengo nada más que decir.
Auditorio
La genialidad de nuestros políticos mexicanos que montan sus mítines en la Plaza de la Constitución, se ahorran un buen varo en la renta de un auditorio de verdad, la comida, los recuerditos y el transporte (pa’ los acarreados) pues al final ¿quién no sabe llegar al primer cuadro del Distrito Federal?
¿Qué otros usos has visto que le den?