21 de julio 2016
Lo peor de las terminales de autobuses en CDMX
Por: Colaborador
Desde la redacción de CHILANGO pedimos una sincera disculpa y nos solidarizamos con todos los turistas, mexicanos o extranjeros, que toman un camión a la Ciudad de México por primera vez y que piensan que llegando a la terminal van a encontrar puestos multicolores de artesanías, mariachis o calaveras de día de muertos.
También mostramos nuestro apoyo para todas esas personas que juntaron todos sus ahorros para venir por primera vez acá, pensando que van a encontrar una terminales limpias, modernas, con todos los servicios y de fácil acceso ¡ay ya perdónenos!
Pero esto no sólo pasa en la Ciudad de México, aunque aquí es más notorio: uno llega a Puebla y la terminal de autobuses está sumida en un caos de autos que da miedo. En cambio la de Oaxaca, oh la lá, chiquita, pero limpiecita. De la de Monterrey no hablamos porque parece tianguis y recordamos también la de Guadalajara, que aunque es grande y espaciosa, está a chorrocientos kilómetros del centro.
La Ciudad de México debería tener mejores terminales, de eso no hay duda. O por lo menos quitar estas horribles cosas que dan penita:
El camino tortuoso a la estación del metro.
En las cuatro terminales de la Ciudad de México hay una estación del metro cerca por comodidad. Recordamos la de Taxqueña, en la que tienes que atravesar un mundo de puestos ambulantes con fritangas grasosas y discos piratas. O la de Observatorio, en donde la pequeña avenida que tienes que cruzar está llena de microbuses en doble fila y taxis que se te avientan. Por lo menos en la Tapo todo es bajo techo y en la del norte solo tienes que sortear al mundo de gente que se te deja venir ¿no pudieron hacerlo más difícil?
¿Una monedita?
Baja uno del autobús y esperas a que el cargador baje tu maleta. Ahí suelta el primer “ahí pa’ la propina”. Le sueltas 5 pesos. Luego cruzas la primera puerta y encuentras a los que te pueden ayudar con el diablito y que te llevarán a donde se pide el taxi: otra propinita. La peor estación es la TAPO en la que ya que estás formado para esperar tu transporte hay un tipo que revisa tu boleto y por arrastrar dos metros tu maleta ¡te exige propina! Ya par favar.
¿A qué zona va?
Pedir un taxi seguro en las estaciones es lo mejor, aunque lo más caro. A alguien se le ocurrió dividir la ciudad en círculos concéntricos y te cobran según a la zona que vayas (¿y yo cómo voy a saber a qué zona voy?) sin importar que haya una vía rápida o vayas callejeando. Pero ahí de ti si se te ocurre salir a tomar un taxi de calle: decenas de conductores verán tu cara de turista y te ofrecerán el cielo y las estrellas para llevarte. Lo malo es que pedir el Uber no siempre resulta porque no los dejan parar. Ni modo, a pagar más lana.
El cajero automático
¿Quién ha sacado dinero de un cajero automático en la Terminal de autobuses? Podemos asegurarte -si eres igual de paranoico de nosotros- que al acercarte al cajero, meter tu tarjeta y sacar para el taxi sientes la mirada incisiva de miles de ojos que observan desde lejos cual es tu clave, de personas que se frotan las manos diciendo “ahí hay un incauto para quitarle lana mua ja já” y casi escuchas detrás de ti “ese tiene cara de turista”. Eso nos pasa por hacernos fama de ciudad insegura -que sí llega a pasar, claro- pero para la otra mejor haces tu apartado antes de llegar.
México, México, ra ra rá
Esta última es una cuestión de tradición. Podemos imaginar al turista extranjero que toma un camión a la ciudad y cuyo letrero dice “México”. “¿Pues qué Guanajuato no es México?” “Sí sí es México, pero acá es México, es decir, que vino pa’ México”. “¿O sea que estaba en otro país?”, “No, acá es México. México norte o México oriente, según lo que haya tomado”, “¿Qué México norte no es Monterrey?” “Sí sí, pero esto es el norte… de México, o sea la terminal”. Ya perdónanos diosito.
Lo peor, creemos, es que cuando llegas, ves el mar de luces a lo lejos y cruzas la caseta de peaje tu primer pensamiento es “ya llegué”. Pues no: de la caseta a la terminal de autobuses te puedes aventar una hora ¡o más! debido al tráfico ¿quién no ha sufrido al entrar por Zaragoza? ¿por qué hay tanto tráfico para llegar a la terminal del norte? Tal vez a la que le va mejor en ese sentido es a la de observatorio.
Pero cuéntenos ¿qué es lo peor que les ha pasado en las terminales?