Curiosidades que venden los ambulantes
Por: Verónica Chávez Aldaco
Estamos acostumbrados a encontrar artículos de todo tipo en el comercio informal, cosas como discos, ropa, zapatos, dulces, incluso accesorios de uso personal pero ¿cuáles son los que más han llamado su atención?
Matamoscas eléctrico
Leyeron bien. Ya saben cómo el ingenio mexicano (y el chino) siempre van tras la comodidad de la existencia humana y qué mejor que inventarse un matamoscas eléctrico para facilitar la desaparición de estos odiosos insectos. Lo único que necesitas es acercar esta especie de raqueta a la mosca, apretar un botón y enseguida escucharás y olerás su muerte. (¡Wac!)
La manga tatuada para el brazo
Todos los que manejamos hemos sido víctimas de la molesta aparición del “brazo de taxista” que nos indica que el sol ha hecho de las suyas en nuestra piel. Para eso, el ambulantaje inventó una manga para cubrir tu extremidad izquierda con el plus de diseñarla tatuada para que también aproveches el look de tipo malo y alejes las malas vibras de tu automotor.
Condones
Aquí va una recomendación. Por lo que más quieran no se atrevan a comprar condones en un semáforo, piensen en las horas que los han mantenido en exhibición bajo los rayos del sol. No sean flojos, está bien que el comercio informal nos facilite la vida pero nada les cuesta pasar a una farmacia si tienen esa urgencia. No lo hagan. Ojalá la próxima vez que se pregunten “¿dónde puedo comprar condones?” la respuesta no sea “en un semáforo”.
Animales exóticos
Si te has dado una vuelta por el mercado de La Lagunilla y sus alrededores, seguro has visto la cantidad de animales exóticos que venden, de todo tipo, y sin tantita vergüenza se acercan y te dicen “qué le ofrezco güerita, ¿qué andabas buscando? ¡Qué tal un ave quebrantahuesos adulto!” (What?).
Reliquias familiares
No te sorprendas si vas pasando por la avenida Álvaro Obregón y de las casas salen las abuelitas para vender sus antigüedades, sí, sus sillas de más de 40 años, verdaderos legados familiares, roperos, mesas de centro, candelabros, alacenas, lámparas, vitrinas, todos más con pinta de viejos que de antigüedades y urgidos de una manita de gato o una lavadita. ¡Uff! Las bondades del comercio informal.
Productos milagro
Estos seguro los has escuchado anunciados en el metro. Para el ojo de pescado, para la miopía, para la sudoración excesiva, para las piedras en el riñón, para el mal aliento, para la indigestión, para el acné y para un largo etcétera del que por supuesto no creemos nada.
Juguetes raros
Para cerrar este conteo con los ambulantes del metro, ¿quién no se enojó porque llegó al trabajo o a la escuela con las burbujas de plástico pegadas al cabello? Yo sí, y mucho, no se quitaban con nada y siempre me preguntaba ¿por qué demonios eran ‘invencibles’? Pero la culpa la tenía yo por andar de a ‘mortal’ (osea sin coche, en el metro).
¿Cuáles curiosidades nos faltaron en este conteo? ¿Qué cosas les ha tocado ver a ustedes?