Estas son las cosas que todo el mundo se propone cumplir, pero que casi nadie logra.
Propósito: Bajar de peso.
Realidad: ¿De verdad creen que una buena forma de hacer realidad este propósito es terminar el 2015 e iniciar el 2016 comiendo y bebiendo como si no hubiera un mañana? A lo más, lo que mucha gente logra es bajar el peso que aumentó durante el Guadalupe–Reyes.
Propósito: Ponerte en forma.
Realidad: La mayoría de las personas que se hacen este propósito dejan el gimnasio en menos de 3 meses y terminan volviendo al levantamiento de tarro. Recuerda que el hecho de que seas pambolero de fin de semana no quiere decir que estés en forma, así que deja de presumir tus goles en la oficina.
Propósito: Leer más.
Realidad: Llega el fin de año y quienes se hacen ese propósito terminan leyendo más sobre el perfil de facebook de esa persona que odian y que stalkean que un buen libro.
Propósito: Cambiar de look.
Realidad: Lo más cercano a ese cambio de imagen es cuando nos vestimos para ir a una fiesta.
Propósito: Dejar de fumar.
Realidad: Por más que en las cajetillas de cigarros pongan imágenes y leyendas de que fumar es malo para la salud, la mayoría de las veces uno siempre termina regresando al vicio. Ni modo hay cosas que uno no puede controlar.
Propósito: No estresarte al manejar.
Realidad: Si todas las personas cumplieran ese propósito, en el DF no habría tantos accidentes automovilísticos a causa del estrés. Ya saben, ¿no?, los choques y atropellamientos por pasarse la luz roja, las peleas y mentadas de madre porque un automovilista maneja muy lento, los locutores de radio que piden que se atropelle a los ciclistas y todas esas linduras por el estilo.
Propósito: Manejar correctamente.
Realidad: Misma que la anterior.
Propósito: Ser positivo
Realidad: Lo optimista sólo dura mientras uno está de vacaciones o cuando hay elecciones gubernamentales. El primer instante en que uno regresa a las labores, o que los políticos hacen de las suyas, se termina todo ese positivismo.
Propósito: Ahorrar.
Realidad: Son más las veces que uno se termina la quincena a los dos días, que las que se le pone dinero al cochinito. También son más las veces en que uno paga con tarjeta de crédito porque no tiene dinero, que las que compras algo de contado.
Propósito: Dejar de ser mala copa.
Realidad: ¿Te has puesto a pensar que cada vez es menos frecuente que tus amistades te inviten a salir?, ¿será por qué ellos son mal@s y tú perfect@? Obvio no. Bájale a la jarrita.
Propósito: Dejar de ser gorrón.
Realidad: Lee el punto anterior.
Propósito: Bajarle a tu mal genio.
Realidad: Después de las vacaciones, obvio vas a regresar a la chamba con una actitud súper positiva, le sonreirás a todos y querrás abrazar hasta al más feo. Lo triste es darte cuenta de que cuando se acaba la primera semana tu buena ondez empieza a ponerse coloradita. Y antes de que acabe enero vuelves a tu estado chilango de siempre: jetón, gritón, quejumbroso, etc.
Propósito: Comprar la revista y visitar más seguido chilango.com
Realidad: Nadie sobrevive al año nuevo sin un guayabazo. Y sí, sabemos que eso sí lo haras.