Si eres de los que acostumbra salir al balcón de tu congal favorito del Centro Histórico y aullar a todo pulmón esa canción de desamor que te llega ya con unos tragos encima, pues muy pronto tendrá consecuencias más serias, además del oso y de la cruda.
Desde el próximo lunes, la policía del Distrito Federal contará con una nueva herramienta para luchar contra… ¡el ruido! Se trata de 70 decibelímetros (‘ruidómetros’ de cariño), que servirán para que se respete el límite permitido de ruido y no se viole la ley de Cultura Cívica.
El límite de ruido permitido en la ciudad es de 65 decibeles de 6 de la mañana a 10 de la noche; y de 62 decibeles de 10 de la noche a seis de la mañana. Pero en el Centro Histórico se han alcanzado niveles de hasta 90 decibeles (los mismos que se alcanzan en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México).
Ante la queja de comerciantes, y principalmente de los 36 museos que hay en el centro, la Autoridad del Centro Histórico y el Fideicomiso del Centro Histórico decidieron donar 70 “ruidómetros” para que la policía haga callar a los escandalosos.
De esta manera, los policías además de vigilar que no se cometan delitos, llevará a cabo mediciones en sus rondines de rutina. En caso de que se encuentre a alguien que viole la ley, primero se le invitará a que deje de hacer ruido y si no lo hace se le trasladará a un Juzgado Cívico donde podrían alcanzar un arresto de 13 a 24 horas o una multa de entre 11 y 20 salarios mínimos.
La idea es que este tipo de vigilancia comience en el Centro Histórico, pero que más tarde se lleve a las demás delegaciones, donde se implementará primero en las colonias que más sufran de esta problemática.