Uno de los lugares menos conocidos de Xochimilco es la llamada Isla de las Muñecas, un pequeño islote donde un señor de nombre Julián Santa Ana Barrera, desde mediados de 1950, comenzó a coleccionar muñecas que recogía de la basura y de los canales de Xochimilco y Cuemanco, para colgarlas alrededor de su chinampa.
Algunas tenían ojos grandes, otras los habían perdido; algunas estaban completas, otras únicamente eran la cabeza y el torso. Todas ellas fueron puestas en su chinampa con la intención –como él decía– de espantar a los espantos.
De entre todas, su preferida era La Moneca. Se distinguía de las demás por los collares y lentes negros con que la vestía.
Don Julián no siempre tuvo la manía de coleccionar muñecas. Todo comenzó años atrás, cuando todavía era posible nadar en los canales: Justo en el que daba frente a su chinampa, una joven mujer se ahogó.
Dicen las personas que llegaron a platicar con Don Julián que poco tiempo después comenzaron a escucharse pasos y lamentos cerca de la propiedad. El temor lo obligó a coleccionar muñecas. Prefirió cuerpos de plástico (deformes, deshechos y viejos) a fantasmas.
A mediados del 2001 se publicó la noticia de que Don Julián había fallecido. Su sobrino Anastasio, alias el Chope, ha dicho que el día de la muerte de su tío estaban pescando en una chinampa, fue ahí cuando el coleccionista de muñecas le habló de que una sirena se lo quería llevar. El relato continuó y él concluyó: cantaré para que no me lleve.
El sobrino no le dio importancia a lo de la sirena y se fue a la parte de atrás de la chinampa, en donde –le dijo a su tio– iba a ordeñar a las vacas. Cuando el Chope regresó, se encontró a su tío muerto: ahogado exactamente en el mismo lugar en el que años atrás había fallecido la mujer cuyo fantasma –supuestamente– espantaba a Don Julián.
Si tienes la oportunidad de ir a Xochimilco, no dejes de darte una vuelta por La Isla de las Muñecas, te aseguramos que el recorrido (de aproximadamente una hora) bien vale la pena. Aunque, eso sí, ten cuidado con “las islas piratas”.
Para evitar ese tipo de engaños, puedes pedir informes en las oficinas de turismo que hay en los embarcaderos de Xochimilco.