Si has sentido el aire más denso y sucio que de costumbre, no es tu imaginación. Aunque todavía no se ha registrado ninguna contingencia, en estas primeras semanas del año solo dos días han sido «limpios», según los indicadores de la Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX (Sedema). Una de las principales razones es el efecto del frío en la calidad del aire, ya que las bajas temperaturas favorecen la concentración de contaminantes debido al fenómeno de inversión térmica.
«El aire frío es más denso que el aire caliente; por tanto, se queda más tiempo a nivel de piso y, como no hay movimiento, esto hace que los contaminantes se concentren mucho más», nos dijo el químico Luis Manuel Guerra, presidente del Instituto de Asistencia en Investigaciones Ecológicas. «Por ejemplo, en estos días que amanecemos a 0 o -1 grados se puede crear un fenómeno que se llama inversión térmica, se llama así porque se invierte el ambiente temperatura.
«En condiciones normales el aire en el piso es más caliente que el aire hacia arriba, pero ahora el aire caliente queda atrapado entre las capas de aire frío, como un sándwich. Todo esto es muy peligroso desde el punto de vista de la contaminación, porque la concentra muchísimo a nivel de suelo».
La Sedema, por su parte, explica que la ciudad se encuentra en lo que se conoce como “temporada de partículas”: «Durante el invierno (noviembre-febrero) la falta de lluvia, la disminución de los vientos y la baja temperatura favorece la acumulación de contaminantes en la atmósfera, particularmente por las mañanas». Agrega que el frío ayuda a que dos contaminantes se concentren: el PM10 y PM2.5, compuestos por elementos como nitratos y sulfatos, compuestos orgánicos, carbono negro, metales y polvo.
¿Qué puedes hacer para cuidarte de la inversión térmica?
«(En) la época invernal seca son frecuentes las inversiones térmicas (…), situación que desaparece cuando el sol calienta el aire frío entre las 9:00 y 10:00 y los contaminantes se dispersan», explica el artículo académico Efectos de la contaminación atmosférica en la salud y su importancia en la ciudad de México de la Academia Nacional de Medicina de México.
La medida más importante de protección, según Luis Manuel Guerra, es evitar hacer ejercicio o realizar movimientos constantes al exterior durante las primeras horas de la mañana. Recomienda ejercitarse en lugares cerrados que tengan aire controlado y evitar los enfriamientos bruscos.
También explica que se debe poner atención en las personas que tienen algún grado de vulnerabilidad frente a la contaminación del aire: bebés entre cero y un año, adultos mayores de 65 años o más y cualquier persona que tenga la salud comprometida, es decir, que esté bajo un de tratamientos con antibióticos, sujeta a una quimioterapia o radioterapia o que padezca alguna alergia.