Uno de los rincones más hermosos del Centro Histórico de la Ciudad de México, su joya mejor guardada es la Sinagoga Histórica Justo Sierra 71.
A principios del siglo XX, cuando el imperio Otomano –hoy Turquía, Grecia y parte del Oriente Medio- se desmoronó en las manos de los países que ganaron la Primera Guerra Mundial, jóvenes judíos de Siria, Palestina y Grecia huyeron de sus países para buscarse mejores formas de vida.
Unos pararon en Sudamérica; otros en los Estados Unidos, que comenzó a restringir la entrada de extranjeros en su territorio. Por eso muchos de ellos recalaron en México. Llegaron en barcos a Tampico y Veracruz, la mayoría de ellos se dirigieron a la Ciudad de México, donde se asentaron en el Centro Histórico, que en ese entonces, era toda la ciudad. Años más tarde, en los 20, hubo otra ola de inmigrantes judíos, esta vez askenazíes de habla yiddish, una lengua germana, que procedían de Rusia, Hungría, Lituania y Polonia; también ellos se asentaron en el Centro y vivieron en sus viejas vecindades.
Muchos se volvieron comerciantes; otros empezaron carreras universitarias. Comenzaron una nueva vida. En la calle de Jesús María –hágame usted el favor- era fácil encontrar panaderías y carnicerías kosher; tiendas de abarrotes con arenques, pepinillos agrios, vino y harinas para preparar las recetas que se habían traído de sus tierras.En el Centro Histórico se reencontraron con sus parientes y amigos y forjaron una pequeña comunidad que floreció en los barrios de Loreto y la Merced, a un lado de sus primos libaneses (pero esa historia luego se las contaré).
Pero esta comunidad necesitaba un lugar para practicar su espiritualidad. Al principio realizaban ritos en las casas de vecindad donde vivían; otras en locales que rentaba. Hasta que en 1937 compraron dos inmuebles en el 71 y 73 de la calle de Justo Sierra y recrearon una sinagoga al estilo de las sinagogas de las villas lituanas. Ésta es copia de la sinagoga de Shavel (Siauliai), porque el hombre que dio el dinero para acondicionarla, provenía de aquel pueblo lituano.En 1941 se inauguró, con salones para actividades sociales, y allí se celebraron bodas y festividades con danzas de antaño y festines con platillos de la tierra de origen.
La sinagoga se llama oficialmente Nidje Israel, pero poco a poco pasó al olvido cuando los judíos, más prósperos, se fueron mudando a otras colonias como Hipódromo, Roma o Álamos.
Dejaron atrás su hermoso Arón Hakodesh o Arca Sagrada, donde se resguarda la Torá; sus techos decorados con vivos colores como en Europa Oriental; su Bimá o Tevá, el púlpito de madera tallada donde se realizan los servicios; dejaron atrás su pasado en el Centro Histórico.
En 2008, un grupo de judíos prominentes apostó por su rescate y para 2009 se reabrieron sus puertas. Entrar en ella es como en el túnel del tiempo: regresar a un Centro Histórico multicultural y dinámico; a otra Ciudad de México, que sigue viva por supuesto, gracias a lugares como la Sinagoga Histórica de Justo Sierra 71.Sinagoga Histórica Justo Sierra 71
sinagogajustosierra.com
Abierta de domingo a viernes de 10 a 17 hrs.
Excepto las festividades judías
Entrada libre, se aceptan donativos