La Ciudad de México se prepara para darles el mejor recibimiento a sus muertos en su visita al mundo terrenal del 28 de octubre al 4 de noviembre.
Con un magno desfile que arranca en el Ángel de la Independencia, recorre Paseo de la Reforma, Avenida Juárez y la calle 5 de Mayo, hasta llegar al Zócalo, se recuerdan las tradiciones en tres diferentes segmentos: El viaje a Mictlán, con las representaciones de las deidades en los códices prehispánicos, los glifos y los tzompantli; La Muerte Niña, con elementos visuales de una tradición del México virreinal acerca de los infantes fallecidos, y Pa’l Panteón, la celebración de muertos como la vivimos hoy, una gran fiesta de calacas y catrinas.
En el primer cuadro, la enorme ofrenda Canto al Agua, preparada por la artista visual Bestabeé Romero, rinde homenaje a la Gran Tenochtitlán con 120 trajineras “navegando” alrededor del asta bandera. Los visitantes de la CDMX pueden ser parte de la ofrenda y venerar a sus difuntos ofreciéndoles pan de muerto, papel picado o las tradicionales flores.
En la noche del 29 de octubre se organiza un paseo ciclista de 18 kilómetros desde el Bosque de Chapultepec hasta el Centro Histórico para poder presenciar y ser parte de las actividades de una manera distinta y divertida: avanzando sobre dos ruedas.
La música también es parte importante de este homenaje a los muertos de México, con la asistencia de grandes artistas y agrupaciones que presentan sus shows del 29 de octubre al 2 de noviembre en el Zócalo.
Así mismo, algunos recintos de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México organizan ofrendas, conciertos, calaveras literarias y pasajes teatrales, entre muchas otras cosas.
Este año, el homenaje al Día de Muertos dejará huellas de alegría, nostalgia y folclor en los vivos y en los muertos que llegan a visitarnos.