Diferentes tipos de personalidades convergen en cada oficina que existe en esta ciudad, y a los que debes acostumbrarte o sobrellevar para no incrementar las estadísticas del desempleo.
Por ejemplo, el acosador, el sabelotodo, y un largo etc. que deberás entender si quieres tener una carrera exitosa en tu nueva aventura laboral.
Sigue estos sencillos consejos y disfruta cada día de lo que haces para ganarte la vida.
Elige tu mejor versión para el primer día
Esto incluye ropa, maquillaje, peinado, actitud, puntualidad, etc. La primera impresión cuenta muchísimo y será por lo que te recuerden siempre.
Las primeras de cambio
Lo primero que debes hacer es presentarte con tus nuevos compañeros, aun cuando tu jefe lo haga –seguro lo hará reuniendo a todos-, pero recuerda que lo mejor es hacerlo personalmente para que te ubiquen con todo y nombre y no como el nuevo.
Que se vea tu educación
Saluda todos los días a cada personaje que habita en tu nuevo lugar de trabajo, sonríe y demuestra que ante todo eres una persona educada que llega a hacer buen ambiente y no a destrozarlo. No hables mal de las personas y no critiques con mala leche el trabajo de otros.
Respira profundo y mantén la compostura
No hay nada mejor que ser tolerante. Seguro te encontrarás con uno que otro amargado en tu nueva aventura, o con los pesados envidiosos que nunca faltan. No permitas que te saquen de tus casillas, respira profundo y piensa en que en su casa no le cumplen o lleva años como solterón o solterona y por eso se carga el peor de los humores. Sé tú el inteligente.
Demuestra que tienes actitud
Siempre destaca tus cualidades y fortalezas. Trabaja en equipo y sé más que un compañero de trabajo cuando se necesite. Te saldrán oportunidades para echarle la mano a alguien más porque nunca sabes cuándo lo necesitarás tú también. No pierdas el espíritu propositivo aunque a veces a tus ocurrencias les sigan una serie de gestos y desaprobaciones.
Crea un ambiente de convivencia
Bienvenido al mundo Godínez, ese en el que las 2:00 de la tarde indica la hora de comer.
Invita a tus compañeros a realizar esta divina actividad y platica un poco en la sobremesa, seguro conocerás más sobre ellos y viceversa. Nunca está de más saber si alguien tiene los mismos gustos que tú y puedan convivir fuera de la oficina. Además, sirve para crear empatía en el grupo.
Ignora a los que se asemejan a una pared
No todo en la vida es miel sobre hojuelas, en las oficinas menos. No se trata de que llegues a hacer amigos para toda la vida –aunque a veces eso sí se logra- sino que disfrutes de tu estancia allí. Con esas cualidades el tiempo se irá rápido y las tareas cotidianas serán más llevaderas. Así que ignora a los mavibrosos. No hagas grupitos, es de muy mal gusto, y ni que la oficina fuera un campo de batalla.
No te creas el sabelotodo
¡Cuidado con tomar esta postura cuando eres el nuevo! No le caerá nada bien a los que ‘dominan’ la oficina. Lo mejor es que tomes tu lugar como corresponde y ‘respetes’ jerarquías, aunque claro, si eres el jefe, pues esa precisamente será tu chamba.
No te conviertas en el cizañoso de la oficina, ten en mente que este mundo es muy pequeño y nunca sabes con quiénes te volverás a encontrar ¿o no?