A todas nos quisieron meter en la cabeza aquello de que existía el príncipe azul (ajá, y que nosotras éramos unas princesas y blah), con el paso del tiempo nos dimos cuenta –solitas– de que era pura farsa… Pero, más allá de ir por la vida resignadas, peleadas con la vida porque no hay un hombre que nos llene por completo o tristes porque seguramente jamás encontraremos al amor de nuestra vida y terminemos solteronas, alimentando gatos… Tomemos las cosas con calma y sigamos soñando, total, de eso se trata la vida, ¿no?
Después de la respuesta que tuvimos hablando de la mujer perfecta, no quisimos dejar pasar un minuto más para hablar de El Hombre Perfecto, así, con mayúsculas. Esto creemos que debería tener.
1. Que sea fiel
Ignoramos si se trata de un cliché, pero a todas nos han pintado el cuerno, al menos una vez, y han roto nuestro corazón en mil pedazos y han ocasionado que subamos 10 kilos de peso, mínimo. La cosa es que con lo que más soñamos las mujeres es con tener una pareja en la que podamos confiar al 100% y sea responsable de nuestra alta autoestima. Andar preocupándonos por un “ojo alegre” está de hueva.
2. Que sea inteligente
No hablamos de que se gane el Nobel de química (si sí, suertudota), sino de que tenga tema de conversación y no termine hablando de todo el deporte que hace, de en qué antro se la pasó el fin, ni de demás cosas superficiales. Nos referimos a que tenga personalidad, criterio, y que pueda platicar de mil cosas: del clima, del partido, del Peje, de la prole, del Corona Capital, de la inmortalidad del cangrejo… Y así…
3. Que sea (“súper”) exitoso
Lo sabemos, lo saben: todos los seres humanos necesitamos tener una pareja de quien sentirnos orgullosos. No hay nada más padre en el mundo que poder presumir a la persona con la que compartes tu vida. Nos gusta saber que si nos quedamos sin chamba habrá alguien que nos pueda echar la mano.
4. Que piense primero en mí y nada más en mí
Sí, suena un poco egoísta, posesivo y manipulador pero no tanto… O sea, ¿a quién no le gusta ser la prioridad de su pareja? Sobre todo si es fan del futbol y a ti te gusta ir los domingos a pasear a la Alameda o a Polanquito, o a la Condechi o a wherever-dos-mil.
5. Que sea detallista
No tiene que ser cumpleaños de uno para recibir un regalito. Y no hablamos solo de cosas materiales, una llamadita, un besito impulsivo, una llegada sorpresa, una cosa suuúper cursi como una cartita o que hablen al Panda Show para felicitarte por tu cumpleaños siempre se agradece… O no.
6. Que se lleve bien con mis amigas/familia
No hay nada más incómodo que el hecho de que tu peor es nada resulte una molestia para tus inseparables. Vamos, son las personas con las que pasas el 80% de tus días, ¿por qué tendría que ser un infierno para todos ese bonito momento en que se te ocurrió juntarlos? Chale.
7. Que tenga cuerpazo (cuadritos)
O sea, ¿alguien le va a poner un pero a un abdomen perfecto?, ¿a unas nalguitas paradas?, ¿a unos brazos y muslos bien marcaditos? ¡Nadie! Sépanlo, hombres, a nosotras también nos gusta que ustedes estén bien cuidaditos y bien formaditos.
8. Que te convierta en la envidia de todas las amigas
¡Así son las viejas! Nomás quieren estar de envidiosas. Todas. Bueno, no todas. Pero la verdad es que tener un galán que sea el modelo a seguir de todas tus amigas siempre te hará sentir como pavorreal.
9. Que tenga look rocker
O que tenga look de chico culto. O que tenga look súper tierno o de chico con onda o de hombre interesante. O algo. A ver, quién va a negar que jamás soñó con tener un novio-poeta-maldito o músico o con pinta de Don Juan. Muchas seguimos el cliché. Y encima de eso lo queremos fiel. Pfft.
10. Que tenga dinero (mucho dinero)
Eso de que nos alimentaremos de puro amor es totalmente falso. Dicen que con dinero baila el perro, y también sobrevive un romance. Ni modo, una siempre está pensando en que ese puede ser el hombre de su vida y a nadie le va a gustar compartir sus años de juventud con un pobre muchacho que no tiene ni pa’ pagar el metro. Sorry, chicos. A chambearle.
11. Que sea simpático
Nos gusta que nos hagan reír. Y no hablamos de esos que se creen chistosos sino de un auténtico y despreocupado galán que no esté todo amargado, estresado y enojado con la vida. Ellos también se ven mejor cuando sonríen.
12. ¡Que baile!
Habrá mujeres que no disfruten mover su cuerpecito al ritmo de “Procura coquetearme más y no reparo de lo que te haré”, pero hay muchas que amamos hacerlo. ¿Quedarse sentadas en la boda/XVaños/bautizo? Qué flo-je-ra. Échenle aceite, muchachitas.
13. Que tenga coche
Bueno, ya que nos resignamos a que eso de la calabaza nada más es puro cuento, pues mínimo que tenga en qué llevarnos y traernos. No, no tenemos nada en contra del transporte público (amamos el metro, el ecobús, el trolebús), pero es un hecho consumado que a veces una no puede andar de ligadora y arriesgarse a que no sea el novio de una el único que se la sabrosee. Además, ¡qué alguien piense en nuestros piececitos con tacones!