El GDF no quiere que le apliquen madruguete con los terrenos donde ahora se encuentra el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Y aunque todavía faltan unos años para que por sus pasillos dejen de circular los más de tres millones de pasajeros que en promedio lo usan al mes, ya busca la forma de decretar “una veda total de construcción”.
De esta manera evitaría que alguien quiera ponerse vivo y empiece a construir cualquier clase de edificación en algunos de sus poco más de siete millones 460 mil metros cuadrados (fácilmente cabrían más de 100 estadios Azteca). Y aunque todavía están analizando quién y cómo emitiría el decreto (podrían ser la Asamblea Legislativa o el jefe de gobierno), se han puesto como límite el mes de septiembre.
Lo que buscaría el GDF con ese pronunciamiento, que sería público y jurídico, es que se tenga un consenso intergubernamental que defina claramente qué es lo que ocupará los terrenos del actual AICM. Aunque los terrenos son de carácter federal, el uso de suelo depende del GDF.