Entre asfalto y claxonazos, ajena al caos y a las prisas citadinas, una quinceañera y sus mejores amigas bailan sin música ante una videocámara que registra sus movimientos en las áreas verdes de la columna del Ángel de la Independencia. Aunque los tacones se hundan en el pasto, ellas sonríen y rodean a la festejada, mientras jalonean sus vestidos que se alzan entre cada paso.
No son las jóvenes chilangas que apadrina cada año el gobierno del Distrito Federal, estas princesas urbanas buscan una inusual fotografía y video para recordar sus primeras 15 primaveras. La nueva afición deja atrás las decoraciones acartonadas de los estudios fotográficos que utilizaron sus hermanas, primas, tías, madres.
De las tímidas risas adolescentes, una voz un poco gruesa, como curtida por el aguardiente, dice: “Vamos chicas, posen como divas”. Casi en automático todas asumen una actitud de celebridad televisiva, de popstars. Sonríen, hacen duckface, envían miradas pícaras a la lente y usan posturas de top model. Se les ve sin desenfado, sin la preocupación de las miradas de los curiosos que no se pierden un detalle de la sesión fotográfica.
“Disculpe, joven, me da permiso”. “Disculpe, señora, ¿puede sujetar a su hijo un minuto?”, repite una y otra vez el fotógrafo para evitar que los turistas (nacionales o extranjeros) se crucen en sus fotos. En distintos puntos de la glorieta, quinceañeras y parejas de novios son guiados a los lugares más limpios, solos e iluminados para captar el mejor ángulo. Distintas sesiones de manera simultánea. Vestidos multicolores rodeando el Ángel de la Independencia.
Ya los monumentos no son sólo tumbas de personajes históricos, nidos de palomas, soporte de mantas, ni puntos de reunión y campamentos de manifestantes. Cada fin de semana, jardines y edificios emblemáticos se transforman en locaciones que sirven como telón de fondo para recién casados, quinceañeras, chambelanes y graduados.
El Ángel de la Independencia es el favorito: ellas, como princesas de Disney con actitud de femme fatales; ellos, con smoking o frac. Todo por conseguir la foto del recuerdo.
El monumento a la Revolución, la explanada del Palacio de Bellas Artes, el Parque Hundido, el Hemiciclo a Juárez, el monumento a los Niños Héroes y el Campo Marte también tienen su popularidad. A ellos llegan autos clásicos, camionetones, caravanas de motociclistas, limusinas hummer (rosas, blancas, negras), todas polarizadas, con quemacocos. Y luego: la red carpet que conduce al nuevo estudio urbano a las princesas y sus gallardos acompañantes, a las parejas de tórtolos en busca del amor eterno y a los “profesionistas del futuro” que lo único que quieren es presentarse en sociedad, ante cualquier ciudadano chilango que por ahí circule.