Estos edificios colapsaron el 19s, ¿qué ha pasado ahí?

Este lunes 19 de marzo se cumplen seis meses del sismo de 7.1 grados que sacudió CDMX, en el cual 5,765 viviendas resultaron con algún tipo de afectación (casi 40 % tuvieron daño total), así como 1,208 escuelas, 8 de las cuales se perdieron por completo. A medio año de la tragedia, ¿qué ha pasado con los edificios dañados por el sismo de 2017?

Aún hay miles de damnificados esperando solución para sus casas, mientras el proceso de la aplicación del dinero donado sigue siendo una interrogante y la Comisión para la Reconstrucción está en pausa, a fin de transparentar su cuestionada operación.

Hicimos un recuento de algunos de los inmuebles que colapsaron ese día, en los cuales se concentraron las labores de rescate y la atención de los chilangos.

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¿Qué ha sido de estos edificios dañados por el sismo de 2017?

Álvaro Obregón 286

Foto: Archivo Cuartoscuro

De los edificios dañados por el sismo de 2017 en la Condesa, este fue uno de los más vigilados, debido a que las labores de rescate de víctimas se prolongaron hasta el 4 de octubre y en total fueron rescatados 49 cuerpos sin vida.

En la Gaceta Oficial de CDMX del martes 13 de marzo, el gobierno capitalino emitió el decreto de la expropiación del predio de 780 metros cuadrados, para convertirlo en un memorial en honor a todas las personas que fallecieron por el terremoto.

«Se expropia a favor de la Ciudad de México (…) para la construcción de un parque memorial y, en su caso, un espacio con servicios gubernamentales, con el fin de mejorar la infraestructura y equipamiento de la zona, del entorno urbano y del espacio público, así como las condiciones de la población; satisfacer las necesidades colectivas surgidas con motivo del fenómeno sísmico del 19 de septiembre de 2017, así como favorecer una cultura de resiliencia en la Ciudad de México».

Declarado esto, se procederá a la adecuación del inmueble para este nuevo propósito y aún no hay fecha de cuándo podría quedar listo el memorial.

Colegio Rébsamen

Foto: Archivo Cuartoscuro

Hasta el momento, aunque hay indiciados y órdenes de aprehensión, nadie ha sido detenido por la tragedia que provocó la muerte de 19 niños y 7 adultos. El 16 de octubre, un juez libró dos órdenes de aprehensión contra Mónica García Villegas, directora y dueña del plantel, quien se encuentra prófuga.

La decisión judicial ocurrió después que se comprobó que la escuela operaba de manera irregular, carecía del uso de suelo correspondiente y no tenía autorizada la construcción de un pesado pent house en el que vivía la dueña con su familia y que fue lo que provocó el colapso del inmueble.

García Villegas es buscada en 190 países y, si la atrapan, enfrentará cargos por uso de documentos falsos y homicidio culposo de 26 personas. Adicionalmente, según documenta el periodista Héctor de Mauleón en su columna para El Universal, las investigaciones se remiten hasta 2009 y alcanzan las gestiones de Higinio Chávez y Maricela Contreras como delegados en Tlalpan; la última ampliación autorizada, agrega, ya fue firmada por Claudia Sheinbaum, exdelegada y candidata de Morena a jefa de Gobierno capitalina.

El 17 de diciembre de 2017, según el mismo periódico, parte de la construcción de lo que fue el Colegio Rébsamen fue derribada para abrir un espacio que permitiera a los vecinos acceder a sus casas.

Chimalpopoca y Bolívar

Foto: Archivo Cuartoscuro

Cuando corrió la noticia de que de entre los restos de este otro de los edificios dañados por el sismo de 2017 se rescataron cadáveres de personas asiáticas, principalmente mujeres, la prensa puso especial atención en lo que pasaba en ese edificio ubicado en la colonia Obrera, en el cruce de las avenidas Bolívar y Chimalpopoca.

Chilango descubrió que en ese inmueble operaban cinco empresas (dedicadas a industrias como la textil y juguetera). De las 21 personas que murieron ahí el 19 de septiembre, al menos cinco eran mujeres de origen asiático. Dos de ellas no contaban con registro migratorio, según el Gobierno de la Ciudad de México. Más allá de la incertidumbre, poco se sabe. Dos monjes budistas volaron desde Los Ángeles para una ceremonia tradicional, con la que los taiwaneses creen que el alma de los difuntos pasa a mejor vida. Los cuerpos fueron cremados.

El edificio caído ya estaba en riesgo desde hace 13 años, según una respuesta del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) a una solicitud de transparencia hecha por Chilango. En 2004, la Procuraduría Agraria rentaba el tercer piso del inmueble y pidió al Cenapred hacer una evaluación de las condiciones de seguridad del edificio. Desde entonces presentaba daños en muros y fallas en el diseño, los cuales ponían en peligro a sus ocupantes.

Recientemente había sido habilitado un estacionamiento público en el predio contiguo al colapsado, pero fue clausurado por no contar con los permisos correspondientes para operar. En la esquina aún hay veladoras y fotos en honor a las víctimas.

Multifamiliar de Tlalpan

Foto: Cuartocuro

La demolición del inmueble 1C concluyó el 20 de febrero y días antes, el 14, vecinos del resto de edificios dañados por el sismo de 2017 en esa misma zona protestaron porque aún no les habían entregado los dictámenes para saber si es seguro regresar a habitar sus casas.

En su bloqueo de Calzada de Tlalpan, acusaron a Maximiliano González Solorio, director ejecutivo sur de la Secretaría de Desarrollo Social, de tener secuestrados los dictámenes, lo que les impedía saber las condiciones en que quedaron sus viviendas.

El colapso ocurrido la tarde del 19s provocó la muerte de nueve personas (cuatro adultos y cinco menores).

Quienes desalojaron el conjunto habitacional tras ese día se refugiaron con familiares y hasta en carpas durante meses y poco a poco, aunque aún con miedo (según refieren testimonios recogidos por Animal político) varios fueron regresando a sus casas.

Fue el 17 de febrero cuando las autoridades, en la asamblea periódica que realizan los vecinos, finalmente entregaron los dictámenes, pero la reunión se vio interrumpida, irónicamente, por otro sismo. Hubo lágrimas y crisis nerviosas, pero también desconfianza por la validez de esos estudios, según refiere Excélsior.