Los chilangos somos los mexicanos que más pagamos por nuestros diputados locales, cada uno nos cuesta 28 millones 834 mil 350 pesos. Esto según el Informe Legislativo 2017 del Instituto Mexicano Para la Competitividad (IMCO).
Para que le midas, ocho diputados poblanos cuestan casi lo mismo que un diputado chilango. A pesar de que hacen exactamente el mismo trabajo, en Colima, por ejemplo cada legislador cuesta res millones de pesos.
Mientras que el Congreso de Colima cuesta 93 millones de pesos, el presupuesto total para la Asamblea Legislativa es de mil 903 millones 386 mil pesos.
En segundo lugar está el Estado de México: el presupuesto total de su Congreso es de mil 469 millones de pesos. Sin embargo, sus diputados cuestan menos que en otros estados. Cada uno de los 76 diputados del congreso del Edomex cuesta 19 millones y medio de pesos. En Michoacán, cada diputado cuesta 22.4 millones. Todos muy por debajo de lo que nos cuesta un diputado en nuestra ciudad.
¿Por qué nos cuestan tanto?
El informe revela que el exceso de recursos no significa mayor productividad. Quienes hacen las leyes de la ciudad obtuvieron el quinto lugar nacional en presentar iniciativas, pero son de los últimos en lograr que sean aprobadas. Es decir, la mitad de sus propuestas son desechadas.
Una de las posibles causas, que también evidencia el estudio, es el mal uso del dinero que reciben. Por ejemplo, junto con los congresos de Guerrero y Veracruz, gastaron 878 millones de pesos en ayudas sociales. Una tarea que no les toca: legalmente no están facultados para ello como sí lo está, por ejemplo, la Secretaría de Desarrollo Social.
A eso hay que agregar los pagos extra. Las comisiones. Los bonos. Las prestaciones. Todo eso se agrega a su sueldo mensual. 69 mil pesos es lo que recibe cada uno de los 66 integrantes de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México.