Las frases que identifican a los conductores en México –veamos o escuchemos sus programas, seamos o no sus fans– se han quedado tatuadas en el inconciente colectivo de todos los que habitamos el D.F. Y se han convertido en una herramienta para identificarlos, y un poco también para burlarnos de ellos.
Armamos un pequeño listado con algunas de las frases más famosas y que todos nos sabemos.
Doctor Alfonso Morales
Lo sentimos, fans boy del entretenimiento deportivo de la WWE, pero el mero mero para eso de narrar luchas, es este cronista deportivo, al que más relacionamos con el box y la lucha libre en México.
La frase: En las luchas: “La lucha cuerpo a cuerpo, cara a cara”. Y cuando está narrando box: “No pierda usted de vista la mano derecha y la mano izquierda en forma de gaaancho a la zona hepática”.
Javier Alatorre
Por ahí de 1990 llegó a canal 13 –antes Imevisión– un joven conductor de noticias que le dio un aire de frescura a las noticieros en México, en aquel entonces, cuando todo era ver a Jacobo Zabludovsky o a Guillermo Ortega. Lo que lo diferenció del resto de conductores de TV fueron su bigote estilo Freddie Mercury y el grito de guerra que dice al inicio de cada noticiario.
La frase: “Esta noche en Hechos”.
Nino Canún
Temas como el aborto y la virginidad eran tratados en el programa “Y usted qué opina” que, aunque ahora parecería ñoño, su formato tuvo tanto éxito que sus niveles de rating se disparaban y las líneas telefónicas no paraban de sonar. Por todo eso, el “gangoso” conductor tenía que pedirle a su productor que no le cortara la transmisión, fue gracias a ello que quedó inmortalizada una de las frases más famosas que alguna vez haya inventado un conductor de televisión.
La frase: “Aguántame el corte, aguántame el corte” y “Llame y platique con nosotros”.
Raúl Velasco
Hace algunos años, la televisión de paga tenía unos precios exorbitantes que obligaban a las personas a conformarse con ver tele abierta. En ese tiempo nació “Siempre en domingo”, el único programa de entretenimiento que existía entonces, o “Siempre lo mismo”, como todo el mundo le llamaba porque cada ocho días salían los mismos cantantes. En aquel tiempo, todos los hogares del país lo sintonizaban –no estamos exagerando– y aunque no nos gustaba, terminábamos chutándonos a Luís Miguel, Lucerito, Gloria Trevi, Pandora y Mijares.
La frase: “Aún hay más, amigos”.
El tío Gamboín
Nunca nos dio un regalo de cumpleaños, jamás nos visitó en nuestra casa, es más, ni siquiera lo conocimos en vivo, pero eso no importaba, él se había encargado de hacernos sentir que en realidad era nuestro tío. Los mocosos de aquel entonces eran tan inocentes que aún eran capaces de portarse bien y obedecer a sus padres, a petición de este señor.
La frase: “No me fallen sobrinos, no me fallen”.
Jorge Garralda
Cansado de las injusticias burocráticas, el señor Garralda, como buen paladín de la justicia, decidió un buen día hacer un programa de denuncia ciudadana, donde, sin pelos en la lengua, se evidenciaban las injusticias, negligencias y malos tratos de los servidores públicos. Él le exigía a la ciudadanía que ayudara con el cambio.
La frase: “Sabe qué, no se deje”.
Paco Stanley
El célebre conductor, dueño de una de las papadas más famosas de todo México e ídolo a seguir de los chistositos del salón, era uno de los más pesaditos de la televisión. Amado por unos, odiado por otros, junto con su patiño Mario Bezares fue el creador de algunas de las frases más famosas de 1990 al 2000.
La frase: “Si hay, y bien”, “Una tras otra”.