Quién sabe qué te llevó a esa situación pero de repente te encontraste clavadísim@ con alguien que no sólo no vive en tu ciudad sino que supera las barreras de aquello que Slim llamó roaming nacional. Estás flotando, llevas así una semana. El/la susodicho/a ya te bajó el sol, la luna y las estrellas… Ok, sólo te las prometió, pero tú ya andas pensando en boda, luna de miel y hasta hijos.
¡Qué importa que sólo lo veas vía videoconferencia! ¡Qué importa que el recibo de celular te llegue de $1,900! ¡Qué importa que el contacto físico les cueste el equivalente a aproximadamente 650 viajes en micro (ida y vuelta)! ¡Esto es amor y el amor derriba todas las barreras!
O no.
Estos son los consejos que te damos si pretendes iniciarte en esta gran aventura (sarcasmo).
Primero
Olvídate de aquello de “amor de lejos es de pensarse”. Bórralo de tu memoria. Entiérralo bajo cemento. Cierra los ojos, niega su existencia tres veces y píntale cruz con los dedos.
Segundo
No pienses en los abrazos. Ni en los besos. Mucho menos en sus cuerpos haciendo yasabesqué. Si buscas frustración, hazlo. Pero harías bien en no. Mejor inscríbete a un curso de yoga o ponte a tejer chambritas. Lo que intentamos decir es que ejercites tu paciencia. Y que aprendas a controlar a tus hormonas porque tendrás que vivir sin contacto físico, su contacto físico, durante largo tiempo.
Tercero
No persigas la desconfianza. Sobre todo si eres celoso, mezquino y estás medio loco. ¿Qué ganas?
Cuarto
Olvídate de vivir en el presente. A partir del inicio tu relación a larga distancia se basará en el pasado o en el futuro. El tiempo que estuvieron juntos, lo que planean hacer la próxima vez que se vean. Jamás en el presente.
Quinto
Confía ciégamente en las nuevas tecnologías. El teléfono hará las veces de secreteo, Whatsapp de complicidad y el Skype será tu mejor amigo para aquello de la intimidad. *Guiño*. Cuál distancia ni qué nada. Nota: Facebook será SIEMPRE tu peor enemigo.
Sexto
Cúbrete los ojos cada que conozcas a alguien que viva en tu misma ciudad. Vive tu cuento de hadas. Nunca despiertes.
Séptimo
Imagina que siempre piensa en ti. No hay nadie más en su cabeza, sólo tú. Supon que solo piensa en qué hará este día para poder venir a verte. Tal vez pongas en riesgo tu salud mental. Tal vez si piensas lo contrario también. Tal vez solo no deberías gastar tu tiempo en pensar en esto.
Octavo
No olvides que aquí los detalles pequeños no vienen al cuento. No esperes detalles cursis como un anillo de compromiso sacado de un huevo de chocolate o una flor arrancada de un jardín. Recuerda que aquí todo se invierte en llamadas, viajes y planes en general.
Noveno
Búscate qué hacer. El tiempo libre te sobrará y no querrás terminar con las uñas enterradas en la piel por todo lo que fantasearás que ocurre, y no.
Décimo
Espéralo. Sepa qué puede ocurrir. En una de esas resulta que sí funciona.