¿Crudo, yo? Para nada
Por: Fernanda López Díaz
Toma mucha agua
Sí, sabemos que lo haces, pero no está de más recordarlo. Necesitas rehidratarte para compensar la noche loca que pasaste. Y ya que estamos en esto de los líquidos, olvida el café. No suena como un plan muy atractivo, pero no todo en la vida es perfecto. Esta bebida es diurética, así que hará que te deshidrates más, y por ende, que tu dolor de cabeza no desaparezca.
No salgas en fachas
A menos que así seas en la vida diaria, abstente de salir en fachas. La gente va a notar que hay algo raro en ti, y la cruda será de las primeras sospechas. Mejor levántate, ponte guap@ y actúa como el abstemio que definitivamente no eres. Además, recuerda lo que dicen: “como te ves, te sientes”.
Empastíllate
Seguramente tienes un dolor de cabeza impresionante, así que llegó la hora de darle un buen uso a tu cajón de las medicinas. No estamos diciendo que abuses, pero sí que tengas a la mano una buena dosis de pastillas para el dolor. Hay pocas cosas peores que el dolor de cabeza crudero.
Ojo: recuerda leer antes las indicaciones y contraindicaciones (sí, ya lo sabes, pero por si las dudas, te lo recordamos.).
Quita la hinchazón y las ojeras de tus ojos.
Esto se soluciona con maquillaje, pero si las pinturitas y pincelitos atentan contra la hombría de alguien, aquí va una salida fácil: mete dos cucharas de metal al congelador por un rato. Después, póntelas sobre los ojos unos 3 minutitos. Tal vez al principio sientas que se te congelarán los ojos, pero seguro se te desinflaman. Si tienes gotas para ojos rojos, úsalas.
Cuida tu higiene
Cuando estamos crudos queremos dormir más, por lo que nos robamos el tiempo que teníamos para bañarnos y lavarnos los dientes. Pésima idea. No sólo es asqueroso, también es tonto. Llegar sucios y apestosos al trabajo es como ponernos un letrero que diga “estuvo buena la fiesta de ayer”. Así que báñate, lávate los dientes, péinate, y si normalmente lo haces, rasúrate.
Cuida tu postura
Por más que mueras por estar echadote en tu cama, no es bueno reflejarlo mientras estás sentado en tu incómoda silla de la oficina. Siéntate bien, y no des señales de cansancio, sueño, o malestar. Es difícil, pero no imposible.
Disfraza los hechos
Si de plano no puedes esconder tu crudeza, miente. Hay un millón de cosas que puedes inventar: te cayó mal la cena, los vecinos hicieron fiesta y el ruido no te dejó dormir, tienes una alergia… En fin. Usa tu creatividad. Para esto, es importante recordar que un día antes, nadie debe saber nada sobre tus planes de borrachera. No vas a salir con tus amigos, no es el cumpleaños de tu hermana… Nada.