Existe un consejo entre los hombres que ha pasado de generación en generación: nunca discutas con una mujer. Esta sabiduría ancestral es, quizá, el mejor consejo que se puede tomar, pero es totalmente imposible. Todos nos hemos visto en esta penosa situación donde no hay escapatoria.
Por si alguna vez te ves envuelto en un problema de tal magnitud –y lo harás– sigue estos pasos y reza por tu alma, hermano.
Escoge tus batallas
Las mujeres son criaturas hermosas, tiernas y fantásticas. Algunas, incluso parecen ángeles caídos del cielo. Lo malo es que una de sus actividades predilectas es pelear. No importa dónde, cuándo o por qué, ellas siempre tendrán una razón para discutir. Así que procura siempre estar alerta y escoge muy bien tus batallas, porque aunque perderás todas, algunas pueden resultar en una serie de eventos muy desafortunados para ti.
Si puedes huir, hazlo
Todo macho que se respeta sabe que la mejor táctica para sobrevivir a una discusión contra una mujer es aplicar la graciosa huida. Y esto no se debe a cobardía, ni nada por el estilo, sino que hay veces que uno prefiere escapar de la escena a quedarse un par de horas peleando sobre absolutamente nada. No te preocupes por querer pasar por valiente frente a los demás, todos te entenderemos y seremos solidarios contigo.
Ya no hay salida
¿Así que eres muy malo para distraer a una mujer y te quedaste atorado en el ring de pelea? Pues ni modo, ya no hay nada que puedas hacer. Una vez que sonaron las campanas de batalla no hay nada que puedas hacer para escapar. Prepárate para sufrir, bajar la cabeza y recibir reproches.
Todo lo que digas podrá ser (y será) usado (y recordado eternamente) en tu contra
Cuando estés inmerso en la pelea, ten mucho cuidado con lo que dices. Cada palabra que sale de tu boca es analizada por el cerebro femenino, así que ¡aguas! Evita decir cualquier cosa que te comprometa, de lo contrario caerás en un loop infinito donde la pelea será a causa de las tonterías que dices durante la misma. Y después, cuando las aguas estén tranquilas, en el momento menos esperado, te recordarán tus palabras. Palabra.
No puedes tener la razón y pareja al mismo tiempo
Esta aseveración es totalmente seria. Si entras a una discusión con una integrante del sexo femenino y pretendes salir victorioso de la misma, estás muy equivocado, amigo mío, no hay manera de que hagas eso y sigas teniendo pareja.
Pide disculpas
No importa si tienes la razón y lo puedes demostrar por videos, cartas, fotos, ecuaciones matemáticas o con notario. Las mujeres tienen el talento de acomodar todos los factores en tu contra para hacerte sentir mal aunque al final ni sepas por qué. Así que lo mejor que puedes hacer es agachar la cabeza y ofrecer disculpas.
Ella gana, siempre
O al menos eso hay que hacerles creer. Pero tampoco siendo muy obvios, porque creerán que les damos el avión y caeremos en el loop eterno que mencionamos arriba. Jamás importará quién tenga la razón, o los argumentos más sólidos, mucho menos quién ya se quiera dormir porque está harto de pelear. Ellas ganan tu pierdes. O si tu ganas, pierdes. No hay más variaciones.