Chilango

Calles con nombres de terror

Especial

Barranca del Muerto

La encontramos en la delegación Benito Juárez. De acuerdo con las leyendas, este lugar obtuvo ese nombre porque durante la época de la Revolución Mexicana ahí se arrojaban los cuerpos de las personas que habían muerto en combate.

El callejón del Diablo

Está cerca de Insurgentes y Mixcoac. Se llama así porque, una noche, un comerciante que pasaba por ahí observó la figura de un hombre recargado en un árbol que le habló y, al acercarse, escuchó una carcajada tenebrosa que lo hizo huir del lugar.

La calzada de las brujas

La encuentras en Tlalpan, en las inmediaciones de prolongación División del Norte. Se dice que en las noches de la época de la Conquista –cuando la delegación Tlalpan era un lugar alejado de la ciudad– se veían bolas de fuego que volaban en el viejo camino hacia Tlalpan. Todos los lugareños decían que eran brujas.

La cueva del Diablo

Está en el Cerro de la Estrella, en la delegación Iztapalapa. Muchas personas se han perdido por entrar a explorarla. Una leyenda de la zona cuenta que un hombre se le aparecía a quienes caminaban por esos rumbos, y que les ofrecía su oro, que estaba adentro de la cueva, colocado en unas ollas de barro. Las personas que entraban y tomaban algo, ya nunca salían. 

El Callejón del Aguacate

Se encuentra en Coyoacán. Hay muchas leyendas en torno a este lugar, las dos más famosas dicen que durante la época de Lázaro Cárdenas un grupo de personas de la alta sociedad se reunían en una de las casas de este callejón a practicar magia negra, y que una vez jugaron ouija. Ésta les dijo que uno de ellos iba a traicionar a todos los demás revelando sus secretos, por lo que todos los presentes se mataron entre sí. Desde entonces el lugar está maldito. La otra leyenda dice que a todas las personas que pasan por ese lugar a las 12 de la noche se les aparecía el diablo, quien les ofrecía dinero a cambio de sus almas.

Juan Sin Miedo

Se ubica por Palmas, en la delegación Álvaro Obregón. Se le dio este nombre en honor a un descendiente de la dinastía Valois, quien siempre fue un hombre muy valiente y de fuerte carácter; algunas leyendas dicen que ni al mismo Diablo le temía.