Solo desde agosto, Chilango tuvo conocimiento de cuatro asaltos a restaurantes
Cuatro hombres entran a una cafetería. Van armados y no dudan en exhibir sus pistolas y gritar. Exigen a los presentes que les entreguen todas sus pertenencias. Son las 8:00 de la noche en la colonia Letrán Valle, sobre la calle Doctor Vértiz, dentro de la cafetería Proyecto Gourmet, y este es uno de los asaltos a restaurantes que han ocurrido en los últimos meses. Los delincuentes vacían bolsas, carteras, toman celulares, joyas, lo que sea.
En medio del pánico, un hombre decide no ceder. Según contarán los testigos horas después, Francisco Alfieri Huitrón Snell se levantó de su mesa y arrojó su café caliente sobre uno de los asaltantes. A cambio, recibió dos balazos. Huitrón había sido maestro de psicología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
No fue un evento aislado. Los bares, cafeterías y restaurantes han sufrido 2.6% más asaltos que en 2016 (según el Semáforo Delictivo), sobre todo en las delegaciones Cuauhtémoc, Álvaro Obregón, Miguel Hidalgo y Benito Juárez.
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Los detenidos por asaltos a restaurantes salen libres
Hasta agosto de 2017, la Procuraduría General de Justicia contabilizaba 21 robos a restaurantes de la capital; del total, más de la mitad ocurrieron en el corredor Roma-Condesa.
Datos de la Secretaría de Seguridad Pública señalan que en lo que va del año mil personas han sido puestas a disposición por robo a negocio con violencia; del total, 911 son hombres –106 menores de edad– y 89 mujeres –11 de ellas también menores–.
El pasado 23 de agosto, tres personas armadas amagaron a los clientes del Cine Tonalá, uno de los espacios culturales más conocidos de la colonia Roma. En un video captado por cámaras de seguridad se observa el atraco a los comensales y trabajadores del lugar. Algunos se tiran al piso, otros permanecen inmóviles en sus mesas, mientras los asaltantes esculcan bolsas y chamarras de todos los presentes.
La policía capitalina llegó a los pocos minutos del asalto, cuando los ladrones escapaban ya en un vehículo. Fue a través del GPS de uno de los celulares robados que lograron dar con el paradero de uno de los asaltantes, a quien le encontraron teléfonos, dinero y tarjetas de crédito. El resto de los responsables escapó. Sin embargo, por el modo de operar, la Secretaría de Seguridad Pública detalló que el mismo grupo podría ser responsable de, por lo menos, otros cinco atracos en la misma zona.
Como este caso destacan los robos al Pane en Vía del Pedregal, al Café Galatea en el centro de Coyoacán; a Billy Pizza en Portales; al restaurante La Parrillita en la Del Valle; al Café Proyecto Gourmet en la colonia Letrán Valle y al restaurante Camarón Revolución en la colonia Escandón; en los dos últimos tres personas fueron asesinadas.
Cifras del Semáforo Delictivo señalan que el índice de robo a restaurantes y comensales en los primeros meses del año presentó un aumento de 2.6% en comparación con 2016. A pesar de ello, Hugo Vela, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) señala que se trata más de un problema de percepción, pues los asaltos a restaurantes son mínimos en comparación a los que ocurren con transeúntes, dice.
«Son casos que se han hecho muy conocidos, no se trata de minimizar, sino de poner el tema en el punto que debe ser, pues la sensación de inseguridad, que ahorita la tenemos agravada por el sismo, está afectando la estabilidad de los negocios y necesitamos cambiar la percepción de desconfianza que tiene la gente, pues estamos trabajando de la mano con Seguridad Pública y la Secretaría de Desarrollo Económico”, señala.
Al respecto de las denuncias hechas ante la PGJ, en 2014 se registraron 52 por asaltos a restaurantes y sus comensales; para 2015 hubo 31 y en 2016 se hicieron 25 denuncias; sin embargo, hasta el octavo mes de este año había un registro de 21 reportes. A esto habría que añadir los asaltos que ocurren justo en las afueras de los establecimientos y aquellos que no son denunciados.
«Los restauranteros y la gente está denunciando. Hemos tenido reuniones en donde está presente el Consejo Ciudadano y se ha explicado la importancia de hacerlo. Nosotros estamos cumpliendo y la policía está trabajando, porque ha habido detenidos, el problema es posterior, pues los asaltantes están saliendo libres. Ahí se necesita un mejor mecanismo», menciona Hugo Vela, presidente de Canirac.
Hasta el 15 de octubre la SSP realizó 635 remisiones con mil detenidos por el delito de robo a negocio con violencia, en ellas se han asegurado 60 armas de fuego, 111 armas blancas y 45 réplicas. Las delegaciones que concentran el mayor número de remisiones son Cuauhtémoc, con 101 casos; Gustavo A Madero, con 62; Benito Juárez, con 46; Miguel Hidalgo, con 42, y Venustiano Carranza, con 40.
Simulan ser clientes
En un minuto se consumó otro de los asaltos a restaurantes. Pasadas las 10:00 de la noche, ocho sujetos armados ingresaron a una taquería de la delegación Iztacalco para amagar a cada uno de los comensales.
Teléfonos celulares, carteras, relojes y dinero, el botín habitual fue guardado en una bolsa blanca. Las cámaras de seguridad captaron el atuendo característico de los asaltantes: gorra, sudadera y capucha para evitar ser reconocidos. Uno de los ladrones simuló ser un comensal mientras el resto atemorizaba a los clientes que mantenían los brazos en alto mientras eran revisados.
Los asaltantes huyeron. La policía, alertada del vehículo en el que habían escapado, comenzó una persecución que se convirtió en balacera. Hubo dos detenidos, uno de ellos murió en el hospital.
De acuerdo con comerciantes y restauranteros entrevistados, la simulación se ha vuelto parte del modo en que operan los ladrones.
«Entran a consumir, piden la cuenta, pasean en bicicleta, hacen que hablan por teléfono afuera de los locales o que esperan a alguien. Observan si hay seguridad, si algún cliente les llama la atención, eligen el lugar y asaltan», comenta Diego, barista de la Condesa.
Mario, propietario de una cafetería en la Roma, señala que—como comerciantes— están cumpliendo con las denuncias e incluso están recurriendo a chats para estar alerta cuando ven algo sospechoso en las calles. Sin embargo, dice, los robos y las extorsiones siguen.
«Ahora hay otro problema, ya no sabemos si hablar o no de la inseguridad: si recurrimos a las redes, las autoridades actúan mejor, pero la gente deja de venir. Y después del sismo hay mucho más temor, eso nos hace perder a todos», dice Mario.