Que ciudadanos de Rusia o Estados Unidos viajen al espacio exterior y derrochen fortunas para salir de las fronteras terráqueas no es novedad. El que unos cuantos cerebros mexicanos de gran valía se fuguen a otros países para acelerar su carrera como astronautas, digamos que tampoco. Lo que sí es medianamente sorprendente es que México esté por entrarle a la "modernidad" –que data de 1960 y tantos–.
Hoy, día en el que celebramos el primer viaje al espacio, hecho por el ruso Yuri Gagarin, un metalúrgico convertido en astronauta, queremos hablarles del proyecto creado por Octavio Flores Correa, Fernando De La Peña Llaca y José Jaime Herrera Cortés, quienes después de muchos años de dialogar con nuestros excelsos diputados y senadores, lograron convencerlos de que el proyecto de una agencia espacial en México por fin se convierta en una realidad.
Sí, ahora quienes quieran hacerle a esto de los satélites artificiales, la caminata por la luna, el turismo espacial y todas esas cosas que nos hacen acercarnos a la ciencia ficción, la tendrán mucho más fácil. Eso esperamos.
Made in México
Aunque AEXA se encargaría de impulsar el desarrollo y la divulgación de todo lo que se estudia, investiga y explora del espacio exterior, su principal objetivo sería desarrollar tecnología 100% mexicana que no únicamente sea usada dentro del ramo aeroespacial, sino que pueda ser usada en otros contextos. Sí, sabemos que sonaba más loco (goeeei) cuando imaginábamos ingenieros creando cohetes y robots espaciales. O cuando "futureábamos" e idealizábamos entrenamientos como los que impartía Bruce Willis en Armageddon.
AEXA haría algo parecido a lo que la Agencia Espacial de Canadá que crea robots que se utilizan en las armadoras de autos. ¿Se imaginan todo el bien que le haría al país la creación de un robot mexicano de este tipo? O sea, adiós a la explotación en las fábricas del norte del país. Y, ¿qué tal si crearan un robot que diera clases en las escuelas mexicanas? Bastaría con cargar en su memoria todo un ciclo escolar, o enciclomedia, y listo. ¡Adiós a todos los maestros huelguistas de Oaxaca!
Hecho en M?xico (Especial)
Contigo aprendí
AEXA nos hace tener la fuerte esperanza de que –dentro de algunos años–, México será una potencia mundial en el turismo espacial. Quizá –incluso– la más importante (ajá) y todo por el lugar en el que se encontraría. El plan es construir las instalaciones de la agencia en la tierra de Armando Manzanero, y todos conocemos la ubicación de Yucatán respecto al ecuador de la tierra. Hola, queridos mayas, a ver si es cierto que tan buenos con los astros. Desde ahí se lanzarían naves espaciales y todo.
Grandes esperanzas
La agencia tiene grandes expectativas. Una de ellas es que a partir de que se encuentre laborando al 100% de su capacidad, en un periodo estimado de cinco años, esté posicionada como una de las seis agencias espaciales más importantes del mundo. Cinco años. Sólo esperamos que a ningún meteorito se le ocurra estrellarse contra la tierra en ese tiempo.Y menos en Yucatán, que ya tiene experiencia en el asunto.
Esa no es la única buena noticia. Octavio Flores Correa, Fernando de la Peña Llaca y José Jaime Herrera Cortés llegaron a la conclusión de que por cada dólar invertido en este rubro la ganancia será de 10. Tal vez ciertos dueños de ciertas compañía telefónica y de TV estén interesados en entrarle a esta empresa.
Un momento…
AEXA. (Especial)
Ok, la mayoría de las cosas buenas tienen su lado malo. Acá van los de AEXA.
Lo bueno
Los encargados de la educación del país tendrían la obligación de mejorar su nivel académico: se modificaría el sistema educativo con la creación de escuelas y carreras universitarias de astronomía y aeronáutica. Adiós alumnos que pasan de panzaso, adiós marchas de rechazados, adiós orejas de burro.
Lo malo
Los cineastas de acá también tendrían una oportunidad de convertir a los astronautas mexicanos en los reyes del mundo en sus superproducciones made in Condesa, aunque ¡híjole! nos da penita ajena por adelantado.
Lo bueno
La agencia espacial mejoraría la economía del país creando empleos formales y haciendo de México una potencia en turismo espacial mundial. Toma esto, NASA. Dennis Tito, tú y tus millones de dólares sean bienvenidos.
Lo malo
Los empleos informales tipo ambulantes, franeleros y demás lacras a las que nos referiremos con un sencillo etcétera. ¿Se los imaginan afuera de las instalaciones? Lleve su respirador de emergencia para emergencias especiales, genteeeeee.
Lo bueno
Esta maravilla espacial le daría a México la oportunidad de recuperar su lugar en el índice de competitividad mundial. Y no sólo eso, sino que subiría posiciones.
Lo malo
Invariablemente habrá quejas de los ni-nis. No hablamos de los que ni estudian ni trabajan (que respetamos mucho), sino de los que ni hacen ni dejan hacer. Ya los estamos escuchando en las cámaras: ¿Y si el dinero que se “gastara” en una agencia espacial se “invirtiera” en educación y empelo? Tí-pi-co.
Lo bueno
El país tendría un desarrollo socioeconómico importante, que aminoraría los niveles de pobreza (ojalá).
