Parte de tu cultura musical debe ser saber elegir unos buenos audífonos. Los que saben –músicos e ingenieros en acústica– aseguran que los audífonos pueden ser cruciales para disfrutar de una excelente calidad de audio y por consiguiente apreciar con plenitud cualquier pieza musical. Aquí te pasamos unos tips que te serán útiles a la hora de elegir algún modelo o marca de audífonos. No te dejes apantallar, algunos posers dicen que la calidad es proporcional al precio, sin embargo, esto no es del todo cierto: ni el mejor diseño ni el precio más alto te aseguran una mejor calidad de sonido. Al final, todo depende de lo que tu oído sea capaz de apreciar.
Lo básico
Hay varios elementos que debes considerar antes de comprarte algunos audífonos, pero aquí sólo nos centraremos en dos: la frecuencia de respuesta y los decibelios (o decibeles). Contemplar otras variables solo te complicaría la existencia si sólo utilizarás los audífonos para escuchar música en el iPod, computadora, celular, en el formato ultracomprimido de USB, o en el ya considerado vintage CDplayer.
Frecuencia de Respuesta
La frecuencia de respuesta se mide en Hercios, que son los famosísimos Hz. Este rango describe la diversidad de frecuencias que los audífonos alcanzan a reproducir. Todos los empaques de audífonos incluyen la frecuencia de respuesta que éstos alcanzan. Algunos prefieren poner 20 KHz en lugar de 20,000 Hz, para simplificar; pero es lo mismo. Se específica la frecuencia menor y la mayor. Te recomendamos que elijas los que alcanzan frecuencias entre 20 Hz y 20 Khz. Este rango es ideal para que aprecies diversos géneros musicales en cualquier aparato portátil. La explicación es muy sencilla: el oído humano promedio puede percibir sonidos desde los 20 Hz hasta los 20 Khz. Fuera de esos rangos la diferencia es inapreciable para el oído humano. La mayoría de los audífonos pueden alcanzar frecuencias de entre 14Hz y 22Khz, pero en realidad un adulto que ya ha dado bastante uso a sus oídos no alcanza a percibir la diferencia y mucho menos en audífonos (de hecho, la edad influye mucho en las frecuencias que puedes captar). Las frecuencias bajas se pueden apreciar mejor en una bocina, porque el cuerpo puede captarlas.
Decibelios
Los decibelios, decibeles o dB son una medida de volumen. Mientras más alto sea el número que se especifica en el empaque, más fuerte se escuchará el sonido en tus audífonos. Así que es muy importante ser cuidadoso a la hora de elegir los dB, pues a la larga puedes dañarte los oídos. El límite máximo son 95 dB. Para darte una idea más clara de cuan peligrosos pueden ser los audífonos si no sabes elegirlos y usarlos con moderación, aquí te van algunos ejemplos de niveles de decibelios: una charla normal va desde los 60 a 70 dB, el sonido de un restaurante lleno de gente es de 85 dB, el ladrido de un perro puede llegar a 100 dB, una motosierra hasta 110 dB, mientras que el sonido de un avión despegando llega hasta 140 dB, con lo que ya quedarías sordo. No lo olvides: a partir de los 120 dB ya se empieza a sentir dolor. Para cuidar tus oídos te recomendamos que elijas audífonos de hasta 100 dB. Pero aprende a usarlos. Por ejemplo: seguro te ha pasado. Vas en el micro lleno de gente y el chofer viene escuchando las rancheras a todo volumen. Tú quieres aprovechar el tiempo leyendo mientras escuchas Radiohead en el caos de la ciudad y la reverberancia del calor primaveral, así que le subes al volumen para tratar de aislarte del ruido externo. Cuando bajas del colectivo aprecias mejor la música y hasta te parece muy fuerte el volumen. Esto es porque quizá ya estés entre los 95 y 100 dB (los antros manejan alrededor de 120 o más dB). Así que cuidado, no te confíes y cuida tus oídos.
Si acostumbras escuchar música en condiciones parecidas y quieres aislarte del ruido externo te recomendamos que utilices audífonos in ear, los típicos de chicharito cuya bocina se coloca por completo dentro de la oreja. Éstos ayudan a ahogar el ruido externo, aunque ningún audífono aísla el sonido exterior por completo.
Detalles para considerar
Finalmente, debes recordar que es importante ser cuidadoso con los audífonos para que tengan un periodo de vida más largo. Hay quienes recomiendan que antes de usarlos por primera vez hay que “quemarlos”: déjalos toda una noche funcionando con el volumen más alto, así lograrás que den su mejor sonido. Guárdalos en su estuche para evitar que los pequeños cables se partan o se mojen. En el caso de los in ear, cambia cada dos meses los capuchones protectores de las bocinas. Y no lo olvides, los audífonos son un objeto de uso personal, como el cepillo de dientes, no los prestes, ni uses los de tu súper cuate. En el oído existen bacterias que para el usuario habitual pueden ser inofensivas pero que si entran en un ambiente nuevo pueden causar infecciones muy dolorosas y peligrosas. Cuida tus oídos, es uno de los sentidos que más placer puede darte.
Está de más recalcar que no hay que escuchar música con el volumen demasiado alto. Si estás en tu micro lleno de gente y con la radio del conductor encendida, es probable que ya estés por los 80 u 85 dBs. Si te pones tus audífonos y le subes el volumen al máximo para ahogar todo ese ruido puedes lastimarte seriamente. Hoy eres joven, pero es cuestión de tiempo para que te pongas viejo y te des con la linda sorpresa que los daños a los oídos son irreversibles.
Si eres de los que hacen eso, prueba bajarte del micro manteniendo el mismo volumen. Recién cuando estés en la calle, quítate los audífonos por un momento, escucha el ambiente y luego vuélvetelos a poner para que te des cuenta del maltrato que te has estado dando en todo el trayecto.