1- Cambiar tu estado sentimental en Facebook:
Dar ese paso no es cualquier cosa: en el momento en que pongas “En una relación” todos tus pretendientes(as) desaparecerán. Digamos que restas tus posibilidades de ligue, así que debes estar muy seguro de que será algo estable para no quemarte en una semana cuando regreses a “Soltero(a)”.
2- Checar SU horóscopo antes que el tuyo:
Cuando escurres miel, te mueres por saber qué sucederá con él/ella para darte una idea de lo que pasará con ustedes como pareja. No puedes evitar estar en la fila del súper, agarrar una revista del corazón y echar un ojo acerca de lo que les deparan los astros. Amas cuando dice: “encontraste al amor de tu vida”.
3- Revisar tu celular más de 20 veces al día:
Tu mundo gira en torno a esa persona, cualquier muestra de afecto vía tecnología te hace el día, por eso tu celular, cuando estás enamorado, te acompaña hasta el baño.
4- Observar a tu pareja mientras duerme:
¡Eso es estar enamorado! El insomnio te ataca y te resulta imposible pararte de la cama, prefieres quedarte ahí –calladito(a)– viendo cómo duerme. Lo impresionante es que no importa si está babeando o roncando: tú lo(a) ves hermoso(a). Guácala.
5- Hablar todo el tiempo de él/ella:
Tus amigos están cansados de escuchar 10 veces las historias de tu relación. Has llegado a dar detalles tan específicos que tu platica se ha vuelto un monólogo. Lo peor es que no puedes parar de hacerlo, y ni cuenta te das. Qué cotorro.
6- Tener en Facebook más de 10 fotos de perfil con él/ella:
¿Qué parte de es TU Facebook no entiendes? Se te ha olvidado por completo que eres una persona y que tu perfil no dice “Juan y Maria”. Estás tan clavado que ya no tienes fotos de ti solito. Si pones una en la que están besándose… estás en graves problemas.
7- Que se te “peguen” las canciones de Yuridia:
Uno de los síntomas incontrolables es escuchar canciones de amor, incluso aquellas que odiabas. Ahora te resultan muy buenas “por sus letras tan profundas”…
8- Ver películas chick flick:
Rentar “Diario de una pasión” y otras más de ese tipo significa que ya te pegó el amor, y lo único que deseas es ver cosas que te hagan imaginar que su amor será igual de intenso. Ya valiste.
9- Elegir tu ropa para que él/ella te vea:
Empiezas a echarle más ganitas. Quieres que se le caiga la baba por ti: imposible salir en pants los primeros meses. Y no está mal, pero no exageres, en una de esas podrías salir hasta con el molcajete colgado.
10- Aprender a cocinar su platillo favorito:
No tienes idea de cocina, pero con tal de sorprenderlo(a) aprendes a preparar “Pato a la naranja” y hasta decoras el platillo con naranjas que cortas en forma de flor. Quién te viera, ¡eh!
11- Llamar al radio para dedicarle una canción:
Atreverte a hacer esta ridiculez implica altos niveles de enamoramiento. No te importa que todo el mundo te escuche, no te importa avergonzarlo(a) y, para colmo, no te importa marcar a estaciones como Exa. ¡Qué oso!
12- Ponerte un tatuaje con su nombre:
Sin palabras, esto ya son ligas mayores.
13- Cambiarte el look de acuerdo a lo que le gusta:
Que no te importe ponerte de pelirroja con tal de darle gusto es estar muy claveles. Cuidado, no te vaya a salir con que las rapadas lo prenden.
14- Caminar con rosas por la calle y que no te dé pena:
Como hombre no es fácil hacer esto, por eso un aplauso a los que caminan más de tres cuadras con ramo en mano. Y doble aplauso a los que hasta celofán y moño gigante le ponen.
15- Acompañarla a comprar ropa:
Es de flojera ir con una mujer de compras. No ves nada que te guste, estás envuelto entre tangas y blusas rosas, tú afuera del probador deteniendo su bolsa y ella indecisa. Eso es amor.
16- Guardar su liga del pelo si eres hombre, o su suéter si eres mujer:
Suena a algo que descubriste en la secundaria, pero –aunque no lo creas– sigue habiendo quien lo hace. Se siente rico dormir oliendo el perfume de tu amado(a).
17- Leerte el tarot:
Clásico, quieres saber si al fin encontraste al amor de su vida y el modo más rápido de averiguarlo es ir con la bruja de la colonia. La realidad es que pagas por escuchar lo que quieres escuchar.
18- Cambiar tus gustos musicales:
Por amor eres capaz de escuchar banda y trova, deja de importarte el qué dirán y te adaptas a sus “excéntricos gustos”. Podrías terminar yendo a un concierto de Arjona. Auch, tus oídos.
19- Sentir celos por el simple hecho de imaginarlo(a) con alguien más:
La idea de tu amorcito en los brazos de otro te corroe, lo malo es que cuando sale de viaje no puedes evitar pensar en cómo se estará divirtiendo. Quieres matar a alguien que ni existe.
20- Estar triste el día que no lo/la ves:
Tu codependencia te hace querer estar a su lado 24 horas al día y los 7 días a la semana. El día que te dice “no puedo” tu mundo se viene abajo. Aprende a tener tus propias actividades. ¡Tonto(a)!