Hay muchos tipos de mamás: buenas, malas, locas, revolucionarias, revoltosas. Nos echamos un clavado en unos cuantos libros de historia y sacamos de ahí a estas seis. Todas son populares por una buena razón. Las conoces, recuérdalas.
La Chingada
Se puede decir que en nuestra vida todos en algún momento somos, vamos a ser o fuimos hijos de la Chingada, y quien diga lo contrario es porque está mintiendo, ¿cuántas veces no le hemos dicho a alguien que es un hijo de la Chingada?, ¿Cuántas veces no hemos escuchado a alguien presumir que es un hijo de la Chingada? o ¿Cuántas veces no hemos escuchado a alguien arrepentirse de haber sido un hijo de La Chingada?, Quien mejor lo sabia era Octavio Paz, y tanto sabia acerca de la Chingada, que por eso mismo escribió de una manera tan fácil sobre el tema de la Chingada, para que cualquier hijo de vecino o de la Chingada lo pudiera entender.
¿Quién es la Chingada? Ante todo, es la madre. No una madre de carne y hueso, sino una figura mítica. La Chingada es una de las representaciones mexicanas de la Maternidad, como la Llorona o la “sufrida madre mexicana” que festejamos el diez de mayo. La Chingada es la madre que ha sufrido, metafórica o realmente, la acción corrosiva e infamante implícita en el verbo que le da nombre. Vale la pena detenerse en el significado de esta voz.
Maria Magdalena
La mujer que más peleas, discusiones, golpes, y hasta divorcios ha causado en el catolicismo, entra en la categoría de mamás diferentes, porque de acuerdo a diferentes evangelios apócrifos y/o gnosticos, documentos, leyendas y estudios (que no están basados en el libro ni en la película del código Da Vinci), Maria Magdalena fue algo más que una simple apóstol o seguidora de Jesús, en realidad era “la compañera” y madre del hijo de de Jesús.
Lilith, la primera feminista
Este personaje representa a la primera mujer del mundo y a la primera esposa de Adán, antes que la sumisa y fiel Eva. Lilith era toda una rebelde que no se conformaba con un pequeño y simple paraíso para ella. No, ella lo que realmente quería eran aventuras, diversión, música, fiestas, alcohol y drogas (ejem, bueno esto último no lo sabemos, es más bien invento nuestro). Lo que sí sabemos es que lo que ella quería era realmente igualdad, no ser tratada menos que el hombre, especialmente en cuanto al sexo se refiere. Lilith se quejaba de que solamente tenían relaciones cuando Adán quería y también de que a la hora del sexo ella debía estar abajo. Esas (entre seguramente otras más) fueron algunas de las razones por las que, por su propia voluntad, abandonó el jardín del Edén. Y mejor tuvo sus queveres con diferentes espíritus, con los que procreaba demonios y espectros, y cosas así de bonitas por el estilo.
Cihuacóatl/ La Llorona
https://www.youtube.com/watch?v=sjvWka8BOPo
Existen muchas historias en torno al fantasma de La Llorona, pero nosotros nos enfocaremos en la que habla de que ella era/es/será el fantasma de la diosa Cihuacóatl; que en la mitología Azteca fue la primera deidad en tener hijos (ósea es la primera madre) o un fantasma que se llama Chocacíhuatl, que es el espectro de la primera mujer que murió en labor de parto. Tal vez por eso el 99.9 % de las personas que han escuchado o dicen haber escuchado el grito de La llorona, dicen !hay mamá¡
La Loba
La leche materna es el alimento más importante en la vida de cualquier mamífero. Es tan pero tan importante que, hasta relativamente hace poco, antes de que se comercializaran las fórmulas lácteas, todavía existían señoras que hacían la noble labor de amamantar a niños que no eran suyos. Éste, según la historia, fue el mismo caso que ocurrió a los fundadores de Roma, los Señores Rómulo y Remo. Esperemos que muchos no sigan su ejemplo y le den leche de lobo o perro a sus hijos pensando que con eso van a fundar ciudades.
Yocasta
Además de ser la mujer que inspiró al señor Sigmund Freud a decir que todos los hombres (de alguna u otra manera) estamos enamorados de nuestra mamá, también es famosa por la triste historia de su vida: Yocasta era esposa de Layo, quien era rey de Tebas y que, según el oráculo, si ellos tenían un hijo éste mataría a su padre y se casaría con su madre. Ellos dijeron ¡No queremos a un asesino y enfermo sexual en la familia! Pero la calentura los venció, tuvieron uno y lo entregaron a un pastor a quien le encargaron abandonarlo. Pero.. ¡ffft! Resultó que Edipo fue adoptado por unos reyes pero cuando se enteró de la profecía, abandonó a sus padres putativos. Tiempo después, él asesinó a su padre y después (nada tonto) consoló a la desdichada viuda. Un verdadero amor (carnal) de madre.