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¿Cansados de ver la historia de origen del héroe arácnido? Marvel está consciente y por eso en Spider-Man de regreso a casa opta por mostrarnos a un Peter Parker (Tom Holland, fantástico) encandilado por pertenecer al equipo de los Vengadores, que tiene a Happy Hogan (Jon Favreau) como niñera y al mismísimo Tony Stark como mentor. A través de este héroe renovado, que sustituye lo ñoño de Tobey Maguire por una personalidad geek y se aleja del atormentado personaje de Andrew Garfield para mostrarse fresco, energético e ingenioso, se edifica una comedia que rehúye del drama hasta casi el final, donde nos ofrece una pequeña dosis a cuentagotas.

El dilema que aquí nos presenta el director Jon Watts y los otros cinco guionistas que lo acompañaron en este viaje, es cuestionar dónde radica la naturaleza del héroe, por lo mismo, éste es un viaje de reconocimiento tanto interno como externo para el protagonista y sólo una vez que deje las “rueditas entrenadoras” podrá escalar a la grandes ligas al lado de sus ídolos. Y, ojo, porque Iron Man no es el único Vengador que tiene presencia en el filme.

Así, pues, el villano de ocasión es Adrian Toomes a.k.a. el Buitre (un Michael Keaton que recupera al Birdman que lleva dentro), antagonista que tal como Spidey es un hombre de a pie y con una justificación muy humana: mantener a su familia. Su rol significa un buen reto para que el adolescente de 15 años demuestre de qué está hecho y comience a tomar decisiones difíciles, las cuales han enmarcado la vida del lanza-redes desde los cómics.

Entonces, comedia al por mayor –de hecho los gags pueden llegar a sentirse excesivos y no todos son igual de efectivos–, guiños al universo Marvel e incluso hasta a Star Wars, la manufactura visual que ya se espera del estudio, inesperados cameos, giros de tuerca sorprendentes y un carisma incontenible por parte de Holland, son algunos de los ases bajo la manga que esconde la película que bien podría definirse como una Ant-Man de corte teen pero un poco más exacerbada en su tono. Sin importar estos pequeños detalles, una cosa queda clara, Holland es una estrella y nació para ser el Spidey millennial.