Sopladora de hojas, la cinta que evoca la adolescencia chilanga
Platicamos sobre la película mexicana con el cineasta Alejandro Iglesias Mendizábal y los actores Francisco Rueda, Alejandro Guerrero y Fabrizio Santini.
Por: Colaborador
En una tarde como muchas en la Ciudad de México, tres buenos amigos – Lucas, Emilio y Rubén- pasan por una situación peculiar cuando uno de ellos pierde sus llaves en un parque, lo cual los mantendrá ocupados durante un buen rato mientras las buscan y funciona como pretexto para que descubran más acerca de ellos mismos, al igual que del valor de la amistad; esta es la trama de Sopladora de hojas, que se estrena este 19 de mayo después de tener un exitoso paso por diversos festivales de cine a lo largo de casi dos años.
Sopladora de hojas, la ópera prima de Alejandro Iglesias Mendizábal, es una comedia fresca e ingeniosa sobre ser adolescente y cómo pasa uno el tiempo con sus amigos durante esa etapa. Este título presenta a personajes con los que es fácil identificarse y que te traen buenos recuerdos, pues alguna vez todos fuimos tímidos como Emilio, rudos como Rubén o un poco mandilones como Lucas. Antes de ver esta producción mexicana, pueden leer lo que nos dijeron los responsables de su realización.
¿Es una película sobre madurar y encontrar verdaderos amigos?
Alejandro Iglesias: Yo pensaría que de alguna manera la película sí trata sobre madurar y trata, sobre todo, sobre cómo el proceso de crecer es más sencillo cuando lo haces junto con tus amigos.
¿Cómo surgió la historia, es cierto que está basada en algo que pasó realmente?
AI: La anécdota original es que estábamos un día caminando por la colonia Campestre Churubusco, Luis Montalvo (guionista y fotógrafo), Samuel Sosa (productor) y yo; estudiábamos juntos en el CCC y después de comer en una cocina económica íbamos a casa de Samuel, pasamos por un parque y, yo siempre había tenido ganas de aventarme a un montón de hojas secas, entonces les dije y Luis me apostó 10 pesos a que no me aventaba, me aventé, perdí las llaves de la camioneta de mi novia y pasamos la tarde buscando las llaves. Me pareció muy gracioso y muy interesante, mucho tiempo después yo estaba buscando un proyecto para que fuera mi primera película y tenía muy claro que necesitaba que no costara tanto para, si no caían los fondos necesarios, hacerla con mis propios medios. Yo dije ‘hay algo aquí que me interesa y vale la pena contarlo’.
¿Cómo fueron construyendo a los tres personajes principales?
Francisco Rueda: La inspiración y creación fue a través de los demás, yo solamente le presté mi cuerpo, mente y voz. Era una creación de la nada y algo que me ayudó mucho es que yo era todo lo contrario, entonces era un punto de partida muy claro.
Alejandro Guerrero: Yo tampoco me basé en alguien en particular, tuve algunas impresiones de los chavos populares de la prepa que eran siempre cool. Como en el proceso previo nos conocimos tan bien, fue muy fácil jugar y reaccionar desde el personaje en diferentes ocasiones.
Fabrizio Santini: Tampoco me inspiré en alguien, solamente tenía claro a mi personaje con lo que construimos entre todos. La improvisación jugó un gran papel, somos amigos y eso ayudó a que fluyera mucho la comedia.
Por estar filmada en las calles de la Ciudad de México, ¿dirían que se trata de una cinta chilanga?
AI: A pesar de que efectivamente los temas son universales y las emociones están presentes, creo que si vives en la ciudad y sobre todo si viviste en un barrio y tuviste este tipo de relaciones en esta etapa de tu vida, disfrutas todavía más la película y eso sucede porque así crecimos, caminando en el barrio, caminando en los parques y teniendo este tipo de anécdotas.