Lamentablemente para los fans de DC Comics, hasta ahora se han cometido muchos errores con las más recientes entregas de su universo fílmico, causando comentarios negativos y críticas en las que se han dejado claro todas las fallas tenidas.
Sin embargo, esta mala racha parece haber llegado a su fin con Mujer maravilla (Wonder Woman), filme que le hace justicia a la emblemática heroína y que nos hace recuperar la fe en el Universo Extendido de DC (DCEU).
Mujer maravilla —¿ya leíste nuestra crítica?— tiene varios aciertos a su favor y fácilmente logra sobresalir entre Batman vs Superman: El origen de la justicia o Escuadrón Suicida.
Para empezar, presenta los orígenes de la heroína de una forma épica y respetando su mitología. La protagonista cuenta con una personalidad bien definida y la interpretación de Gal Gadot como Diana Prince logra buena conexión con el público.
En las entregas pasadas del DCEU, salvo en Escuadrón Suicida con la divertida Harley Quinn de Margot Robbie, prácticamente todos los personajes habían sido, digamos, bastante planos y hasta aburridos. Sin chiste, pues.
Chris Pine y Gal Gadot tienen buena química, lo que hace que la relación entre sus personajes, ya en pantalla, no se siente forzada. Que se note natural. El humor cumple con cierta función y adquiere mayor importancia en las partes en las que Diana está aprendiendo sobre un mundo del cual no sabía nada.
El guión de Mujer maravilla se centra en su personaje y su historia, no intenta abarcar más de lo debido, se concentra en un solo conflicto y no busca contar más sub-tramas que pudieran enredar la principal, lo cual fue el error más grande en Batman vs Superman: El origen de la justicia, en la que por querer contar tanto a la vez, algunas partes no quedaron claras y se salieron de control.
Mujer maravilla es sobre ella, no es como Batman vs Superman, donde la pelea que le da título tarda mucho en llegar, mientras se enfoca en contar otras historias en un intento fallido de introducir un universo cinematográfico completo en parte de una película.
Además, los personajes secundarios cumplen con funciones específicas y no intentan acaparar toda la atención, algo que evidentemente sí sucede con una Lois Lane a la que se le ha querido dar un mayor protagonismo; en este aspecto, el Steve Trevor de Chris Pine hace su parte sin que se busque abusar de su presencia.
Por último, los villanos de Mujer maravilla (la Doctora Maru, el General Erich Ludendorff y Ares) resultan cumplidores sin caer en lo extraordinario y, a pesar de tener sus fallas, lucen mejor que los antagonistas casi caricaturizados de Batman vs Superman y Escuadrón Suicida.
El enfrentamiento con Ares es tan épico como uno esperaría que fuera y esa batalla decisiva realmente resulta emocionante. En las otras cintas del Universo Extendido de DC, las batallas finales con el enemigo principal no habían lucido así de bien, salvo por el encuentro entre Superman y el General Zod en El hombre de acero o lo logrado en la pelea que sostienen Batman y Superman en El origen de la justicia.
Al final es justo decir que todo lo que se hizo en Mujer maravilla estuvo bien y tuvo su razón de ser para beneficiar a la película.
Parece que los encargados de darle forma al Universo Extendido de DC han aprendido de sus repetidos errores y ahora esperamos que sus siguientes entregas sean igual de buenas que la protagonizada por la valiente y bella Diana.