El siguiente mensaje está escrito por un fan del anime, del manga y del cine y además contiene SPOILERS de la película live-action de Ghost in the Shell. Está dirigido a otros fans de GITS. Se recomienda discreción.
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Hola.
Yo como tú tuve sentimientos encontrados cuando me enteré que Hollywood iba a hacer un “remake” de Ghost in the Shell, una de las películas animadas más importantes de todos los tiempos, basado en uno de los manga también más importantes de todos los tiempos.
Y también me dio un poco de… “ansiedad”, por ponerlo así, que ninguno de los protagonistas de la película iban a ser interpretados por japoneses, empezando por Scarlett Johansson, que aunque es muy guapa y no es precisamente una pésima actriz, podría no dar el ancho para ESE personaje que todos tenemos consagrado en nuestra mente: la Mayor Motoko Kusanagi.
https://www.youtube.com/watch?v=0j6wsGuzP2Q
Y ni qué decir del argumento, que al ser reescrito por Hollywood, podría perder la esencia, la profundidad y la filosofía que una de las obras cumbres del cyberpunk exhibió en los ya lejanos años 90 del siglo pasado.
Sí, como tú tuve mucho miedo, y del miedo pasé al coraje, y luego a la suspicacia, y luego al miedo otra vez.
Vi la película días antes de su estreno. Te comparto mi opinión y una serie de “tips”, si les podemos llamar así, para ir a verla sin hacer tanto coraje.
Primero, seguramente ésta no es la primera “adaptación” (o “remake” o “reimaginación” o como le quieras llamar) de uno de tus productos culturales favoritos que tienes que “padecer”. Ya sea cine, videojuegos, manga, anime, libros… Cada vez son más y más las readaptaciones que veremos y que hemos visto a lo largo de estos años. Entonces, ¿aún hacen que te brinque la vena del ojo? Si respondiste que sí, aquí el/la que está mal eres tú.
Si respondiste que no, entonces ya entendiste y aceptaste que JAMÁS una reimaginación será igual al producto original, y también ya descubriste que para que un producto triunfe (o por lo menos intente triunfar) en un medio distinto al original, es necesario adaptarlo a las características inherentes del nuevo medio. Ejemplo: un libro jamás pasará al cine exactamente igual debido a que el cine de entrada es otro formato físico (papel vs. película de celuloide o acetato… o unos y ceros, en caso del digital), pero también porque el medio tiene características propias que el libro no, por ejemplo, la edición, la música, el manejo del tiempo, el ritmo, las actuaciones, la escenografía, las locaciones, etc. Todos ellos ejercen su influencia, mucha o poca, en el resultado final, que es la experiencia que vives (o sufres) cuando estás expuesto al contenido. Y viceversa, si una película pasa a ser un libro.
Ok, entonces si ya entendiste todo esto, vas a disfrutar la nueva película de Ghost in the Shell. No sé si mucho o poco, porque en gustos se rompen géneros, pero por lo menos no te sentirás robado.
La nueva Ghost in the Shell no es una calca fiel (argumentalmente hablando) de ningún producto anterior, llámese serie (cualquiera de sus temporadas), manga o anime (el original de Oshii), sino que hace una combinación de argumentos (aderezada con cosas nuevas) que sirven a los fines que el director Rupert Sanders y los guionistas tienen en su mente, buscando siempre la ganancia económica y no el amor al arte. Sí, es fuerte, lo sé, pero así funciona la industria.
Claro que si eres fan, vas a reconocer muchas cosas y otras te van a dejar con cara de WTF!?, pero inclusive tienes que haber visto o leído todos los productos existentes de GITS para entender al 100% la mezcolanza que hicieron en Hollywood. ¿Y si no los has visto todos? Pues mejor, porque así no compararás tanto y disfrutarás más.
En la nueva película, a diferencia de lo que hizo Oshii, la Mayor se cuestiona casi desde el mero inicio su existencia y esta temática es el eje principal de toda la cinta. Hay mucha filosofía y mucho existencialismo, pero reiterados, casi ad nauseam, muy con ganas de que la gente entienda sí o sí que esta es una película “profunda” que no se basa en la acción para lograr impactar.
Si eres de mecha corta, tanta reiteración y tan poca sutileza te van a hacer enojar, sobre todo si lo comparas con la película de Oshii o con el manga, que están más enfocados en la trama política y el terrorismo, y dejan que el público sea el que saque sus propias conclusiones sobre el existencialismo y la naturaleza humana, aunque los temas sí se tocan pero sutilmente. De hecho, desde mi punto de vista, es por eso que esta trama fue tan impactante, porque creó REFLEXIONES más que afirmaciones. Bueno, pues en la película vas a encontrar muchas afirmaciones en vez de reflexiones.
Pero ya quedamos en que el que compara no disfruta, ¿no? Ya no hablemos de eso.
También en la cinta de Sanders, la Mayor se cuestiona mucho no sólo lo QUE es sino QUIÉN es. Es decir, compara mucho su naturaleza con lo que observa de la sociedad, sabe que tiene un pasado, sabe que “debería” tener mamá, papá, hermanos, amigos… pero simplemente no lo recuerda. Y ése es el drama que se repetirá todo el tiempo, desatado principalmente por el “villano” de la trama de una forma bastante predecible y anticlimática.
Hay otras grandes diferencias entre la película y todos los demás productos de GITS, pero aquí paramos. Lo importante es reconocer que son productos e interpretaciones diferentes y que no tienes por qué sufrir la película si eres fan de hueso colorado de Ghost in the Shell desde que salió en Japón.
Ahora, pasemos a cosas que te van a sacar muchas sonrisas: las referencias y homenajes a los productos originales. ¡Sale un basset hound! (y está hermoso).
La escena de Oshii de los hombres recolectores de basura está recreada casi cuadro por cuadro en la película de Scarlett y debo decir que la neta me dio escalofríos de lo bien hecha que está: los colores, el silencio, la pelea, el avión que pasa, la saturación, la desolación del barrio bajo… Ver todo esto recreado con la tecnología actual hace que te des cuenta de lo impresionante que fue de por sí en su momento y lo bien hecho que estaba. Simplemente wow.
El depa de Kusanagi está prácticamente igual al de Oshii, lo cual te traerá buenos recuerdos.
También hay otras escenas emblemáticas de la película de 1995 recreadas en la nueva, pero con algunas diferencias. Por ejemplo, ¿recuerdas una plática entre Motoko y Batou donde, de manera muy muy sutil, ella pone sobre la mesa el tema de la naturaleza humana y su existencia? (Van en una camioneta). Bueno, pues ahora una plática muy similar ocurre entre ambos personajes, pero en otra locación. Lo malo es que este tipo de conversaciones ocurren muy seguido y pierden esa sutileza en la nueva película. También sale uno de los tanques con varias piernas y el final de esta batalla, y lo que le pasa a Motoko, te va a recordar mucho al anime.
Como tal, la película me parece que está bien llevada, tiene buen ritmo, tiene efectos especiales notables y cierra el ciclo que abre al inicio. Tiene incoherencias y de pronto la actuación de Johansson es demasiado plana, pero cumple. Salvo tu mejor opinión, a mí me latió, y si la hubiera odiado, simplemente la habría borrado de mi mente y me hubiera quedado con las versiones originales y ya. La vida sigue.
Ah, lo olvidaba: eso del “whitewashing” está explicado en la trama. Si estás de acuerdo con esa explicación o no, ya es cosa de cada quién, pero ahí está.
¿Ya la viste? ¿Eres fan de GITS? ¿Qué opinas?