Cuatro décadas después de que llegara CHIPS, la serie de televisión protagonizada por Erik Estrada y Larry Wilcox, tenemos frente a nosotros la adaptación a cargo Dax Shepard, guionista, director y uno de los personajes principales.
Jon Baker (Shepard) solía ser una sensación sobre su moto, pero las fracturas y su situación personal lo llevan a entrar a la patrulla motorizada para tratar de darle estabilidad a su vida. Por el otro lado, está el agente encubierto Frank “Ponch” Poncherello, quien investiga a esta unidad por un par de robos en dos ruedas. Shepard y Michael Peña hacen una buena mancuerna frente a la cámara, como un par conflictivo con intereses propios pero que al final logran hacer un buen equipo.
Hay que decirlo, no es una buena película, pero por momentos es tolerable y hasta divertida, pues cuenta con un par de momentos bobos y gags de los que no puedes evitar reír; pero el abuso del chiste fácil, inclinado a lo sexual, llega a ser cansado y hace sentir que una parte de la comedia estadounidense sigue estancada en este estilo.
Si bien la acción es decente y se basa en persecuciones motorizadas, fuegos cruzados y uno o dos momentos ligeramente crudos, no era necesaria una versión cinematográfica y el resultado mismo lo constata.