Luis Buñuel Portolés (22 de febrero de 1900 – 29 de julio de 1983) es uno de los directores que dejaron su huella en en el cine, aunque no obtuvo tantos reconocimientos como merecía, pero algunos ni los quería; de ahí su frase “Nada me digustaría más que ganar un Óscar”, aunque sí recibió un par de nominaciones e incluso se llevó uno en 1972 por El discreto encanto de la burguesía. Y es que el español nacionalizado mexicano no hablaba por hablar, por eso ahora lo recordamos con algunas de sus frases, algunas curiosas y otras llenas de sabiduría:
1.- Soy ateo, gracias a Dios.
2.- La libertad es un fantasma. Esto lo he pensado seriamente y lo creo desde siempre. Es un fantasma de niebla. El hombre lo persigue, cree atraparlo, y solo le queda un poco de niebla entre las manos.
3.- Todo deseo tiene un objeto y éste es siempre oscuro. No hay deseos inocentes.
[También lee: Curiosidades de ‘Un perro andaluz’]
4.- La edad es algo que no importa, a menos que usted sea un queso.
5.- El misterio es el elemento clave en toda obra de arte.
6.- En el nombre de Hipócrates, los médicos han inventado la forma más exquisita de la tortura jamás conocida por el hombre: la supervivencia.
7.- El sexo sin pecado es como un huevo sin sal.
8.- Tabaco y alcohol , padres deliciosos de amistades perdurables y ensueños fértiles.
9.- Dios y Patria son un equipo imbatible, rompen todos los récords de la opresión y derramamiento de sangre.
[También lee: El DF y Luis Buñuel siempre juntos. Siete historias que los unen]
10.- Todo lo que es hermoso tiene su instante y pasa.
11.- Yo no creo en el progreso social. Solo puedo creer en unos pocos individuos excepcionales de buena fe aunque fracasen, como Nazarín.
12.- El paranóico, como el poeta, nace, no se hace.
13.- La moda es la manada; lo interesante es hacer lo que a uno le de la gana.
14.- La realidad, sin imaginación, es la mitad de realidad.
15.- Una cosa lamento: no saber lo que va a pasar. Abandonar el mundo en pleno movimiento, como en medio de un folletín. Yo creo que esta curiosidad por lo que suceda después de la muerte no existía antaño, o existía menos, en un mundo que no cambiaba apenas. Una confesión: pese a mi odio a la información, me gustaría poder levantarme de entre los muertos cada diez años, llegarme hasta un quiosco y comprar varios periódicos. No pediría nada más. Con mis periódicos bajo el brazo, pálido, rozando las paredes, regresaría al cementerio y leería los desastres del mundo antes de volverme a dormir, satisfecho, en el refugio tranquilizador de la tumba.
[También lee: Salvador Dalí en el Cine]
¿Cuál es tu película favorita de este director?
Además checa:
Trucos de Netflix para convertirte en un master
David Bowie llega a la Cineteca
Llegaron el S7 y el S7 Edge de Samsung