Todos nos enamoramos de La Gran Manzana cada que vemos una película de Woody Allen, sin embargo, aunque está plagada de un gran elenco, Un Día Lluvioso en Nueva York se queda lejos de las obras más brillantes del director.
La cinta se enfoca en Gatsby Welles (Timothée Chalamet), quien va a Nueva York con su novia Ashleigh (Elle Fanning), una joven periodista que consigue una entrevista con el gran director Roland Pillard (Liev Schreiber). Lo que parecía ser una escapada romántica, pronto se vuelve una pesadilla, debido a que la pareja casi no se ve y pronto comienzan a descubrir que quieren otras cosas en la vida.
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¿Por qué nos decepcionó Un Día Lluvioso en Nueva York?
Con casi 50 filmes, Woody Allen se ha mantenido como uno de los mejores directores en la industria; sin embargo, un escándalo sexual en el que se vio envuelto en los 90 revivió en la era del #MeToo poniendo en riesgo su estatus como cineasta.
Aunque deberíamos separar a la obra del artista, Allen lo pone muy difícil en su más reciente trabajo Un Día Lluvioso en Nueva York. Sobre todo cuando la protagonista es una joven que es cortejada por hombres mucho mayores que ella (incluyendo un director de cine).
Pero incluso si dejamos pasar este detalle como una sátira de su situación actual, el director se ha quedado atrapado en el tiempo y se nota con los personajes de Un Día Lluvioso en Nueva York. A pesar de que tiene a dos de los mejores actores de su generación (Timothée Chalamet y Elle Fanning), no tiene idea de cómo son o cómo piensan los jóvenes actuales.
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Chalamet hace un buen trabajo al interpretar al típico protagonista “alleniesco”: un neoyorquino delgado, culto, intelectual y neurótico. El verdadero problema es que su personaje parece más un hombre de cuarenta y tantos atrapado en el cuerpo de un joven de veinte.
Por su lado, Fanning es espectacular con su interpretación de la inocente y perspicaz Ashleigh. Sin embargo, es una lástima que sea de las protagonistas femeninas más huecas de Woody Allen.
Además, el guión de Allen para Un Día Lluvioso en Nueva York es un refrito de los temas más recurrentes de su obra, provocando que la trama se sienta anticuada y repetitiva.
Al final, lo que parecía ser una comedia romántica, pronto se vuelve un drama, pues la historia está llena de una enorme tristeza que hasta irradia con el Manhattan presentado en la cinta. ¿Será porque el mismo Woody Allen sabe que su fin está cerca?
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