La historia de chicas escorts sudamericanas y centroamericanas que ofrecían sus servicios en México y terminaron siendo víctimas de feminicidio estuvo frente a nuestros ojos y oídos por años, pero siempre fragmentada y cargada de estigmas. 

Entre 2017 y 2018, cinco feminicidios sacudieron a la red de trabajadoras sexuales del sitio de escorts Zona Divas. Las víctimas eran mujeres que migraron de América del Sur a México en busca de un mejor futuro para ellas, pero también para sus familias e hijxs. 

Ahora, en 2024, la serie documental El portal: La historia oculta de Zona Divas, arma este rompecabezas que deja ver como imagen final una red de trata de mujeres con fines de explotación sexual, el feminicidio de distintas de ellas, la vida de cada una de las chicas asesinadas y un contexto donde la impunidad y la cultura machista han permitido que esto ocurra y siga ocurriendo en México.

Por medio de la viva voz de chicas sobrevivientes a Zona Divas, actrices, testimonios anónimos, voces distorsionadas, la participación de sus familiares y amigxs, este documental hace un largo recorrido a las viviendas precarizadas de estas mujeres provenientes de América de Sur; sigue su migración a México y enlaza la vida de las que fueron asesinadas en la ciudad.

La historia tras El Portal y Zona Divas

Astrid Rondero y Fernanda Valadez, directoras, y Laura Woldenberg, productora, hablaron con Chilango sobre el trabajo detrás de esta serie documental (estrena este 5 de septiembre en Netflix) que, durante cuatro episodios hila tres años de trabajo de investigación en torno a la vida de las chicas que pertenecieron al portal de escorts, Zona Divas.

¿Por qué eligieron el caso de Zona Divas para hacer este documental?

LW. El caso Zona Divas fue muy sonado en México, una plataforma de escorts de “lujo” que se vio envuelta en un escándalo por el feminicidio de cinco mujeres en los años 2017 y 2018, todas ellas dentro del portal.

La historia estuvo en muchos medios, pero nos parece que se cubrió de forma incorrecta: desde un lado muy sensacionalista, estigmatizante hacia estas mujeres. Detrás de todo eso había una historia muy importante que contar. Primero, para volver a ver a estas víctimas que son madres, hijas, hermanas, mujeres que migraron de sus países en busca de una mejor vida para ellas y para sus familias. Fue ahí donde nos concentramos, ese es el corazón del proyecto. Y sirve de ejemplo para hablar de las redes de trata y explotación sexual en México, y a lo que estas mujeres se exponen. 

AR. Tuvimos un equipo de investigación espectacular que rastreó todos los casos de las víctimas mortales. Hicieron un trazo de cómo fueron llegando de distintos lados de Centro y Sudamérica a México y con ello descubrimos que nuestro país es uno de los destinos de trata más importantes en el mundo. 

Lo más difícil fue acercarnos a estas historias, porque al centro de todo está esta estigmatización del trabajo sexual, y lo difícil que es para las personas distinguir entre la trata de personas con fines de explotación sexual y el trabajo sexual. Muchas de estas mujeres, para poder ejercer el trabajo sexual tuvieron que pasar por una serie de redes donde fueron esclavizadas sexualmente. 

¿Cómo llegan al dato de que México es uno de los principales destinos de trata?

FV. Pudimos entenderlo así por datos de cuánto ganaban en México en comparación con España, en Ecuador, y era más redituable aquí sobre cualquier país de América Latina. Esto se corroboró con las cifras de las autoridades. Una de las fiscales en el documental lo dice: México es tránsito, destino y generador de trata de personas. 

Las mujeres que llegan a México pasan una travesía impresionante por distintos países.

¿Qué es lo que ocurre en México para que se haya vuelto un destino principal para la trata de mujeres?

AR. Hay un mercado, eso es lo más importante. Hay un consumidor, que es de lo que hablamos en la serie. Y definitivamente tiene que ver con los grupos criminales. 

LW. Y la impunidad. Si tienes un país donde es fácil corromper a las autoridades migratorias, a las policías, donde las fiscalías no hacen las investigaciones correctas… se genera un ambiente y un entorno donde estas dinámicas se perpetúan.

¿Y en la parte cultural?

FV. Es una pregunta que puede quedar muy abierta, pero hay ciertas anécdotas que ayudan a responder. Por ejemplo, una de las chicas nos dijo que el horario en el que más las buscaban era a la hora de la comida de los oficinistas.

¿Cómo consiguieron a las mujeres que dieron testimonios de cara a la cámara?

AR. Por un lado, fue difícil porque por lo regular una trabajadora sexual y una víctima de trata suele ser una persona muy maltratada y revictimizada; por el otro, está la cuestión de la seguridad. Por eso recurrimos a diversos recursos para poder tener los testimonios sin afectar a las víctimas.

¿Cuáles consideran los mayores hallazgos del documental?

AR. Entre los grandes valores de esta serie está el trabajo arqueológico que se hizo de investigación, de conseguir fotos, videos, audios de chicas como Kenny Finol.

LW. No es que aquí haya grandes hallazgos, pero algo muy valioso es que acomoda la información de una manera en que la gente pueda digerirla. La mayoría de esa información estaba atomizada por ahí, dispersa, y la radiografía más grande que se puede comprender es la trata y las agencias, y de cómo todo esto puede operar con la colusión de las autoridades, de las redes criminales, y se puede perpetuar porque ni el Estado ni la gente están volteando a ver esto.

FV. Yo diría que contacto con los familiares y amistades de las víctimas, porque se piensa que son mujeres que están solas, abandonadas, que nadie las quiere y no es así. Detrás de cada mujer hay una familia, hay hermanos, hijos, hijas, padres, madres que las extrañan, que las amaron profundamente y dan la cara para que sus historias no se pierdan.

Zona Divas cerró, pero el problema sigue, seguimos sabiendo de feminicidios de extranjeras en la CDMX…

FV. Eso es importante decirlo, que este problema no acaba con el lanzamiento de la serie. Esta plataforma fue cerrada pero tiene réplicas que siguen operando impunemente y que están generando estos ambientes que llevaron a que en Zona Divas ocurrieran estos feminicidios.

¿Qué les gustaría lograr con este trabajo documental?

AR. Levantar una conversación, hablar de esos casos que siguen en la impunidad, como el de Kenny Finol.

FV. Las películas o las series no provocan cambios inmediatos en la sociedad, pero pueden hacer cambios en la conciencia de quienes las ven. Definitivamente provocó cambios en nosotras, nos quitamos prejuicios y pudimos lograr un entendimiento de lo que ellas viven. Deseamos que sea una conversación en distintos niveles: sobre la impunidad, la trata, el trabajo sexual y que todo esto nos permita generar cambios.