Siempre Juntos: Una historia emotiva de autismo y aceptación ¡Vas a llorar!

Si estás buscando una película que te haga reír, llorar y, sobre todo, reflexionar, Siempre juntos es esa joya inesperada que no puedes dejar pasar. Imagina una comedia de carretera, pero con un giro: aquí no solo se trata de la clásica relación padre-hijo, sino de la increíble, a veces caótica, y siempre emotiva historia de una familia neurodiversa.

Esta es una película que toca fibras sensibles. Además, expone un tema que pocas veces se aborda en el cine: el autismo y lo que significa para las familias que lo viven.

Siempre Juntos: Una historia emotiva de autismo y aceptación ¡Vas a llorar! | Foto: Diamond Films

¿De qué trata Siempre juntos?

La historia sigue a Max (interpretado por Bobby Cannavale), un cómico que está tratando de recomponer su vida después de arruinar su matrimonio y su carrera. Y justo cuando crees que su vida no puede ser más complicada, entra en escena su hijo Ezra, un niño de 11 años con autismo (interpretado con una autenticidad conmovedora por William Fitzgerald). ¿La trama? Max, en un arranque de desesperación y amor, decide llevarse a Ezra en un viaje improvisado a través del país. Esto, en un intento por reconectar con él; y tal vez, consigo mismo.

¿Por qué tienes que verla?

Lo que hace a Siempre juntos tan especial es su manera fresca y honesta de retratar la neurodiversidad. No es la típica película que trata de quitarle una enfermedad a un niño y tratarlo “normal”, apuesta más bien por aprender a amar las diferencias y ver la belleza en lo que otros podrían considerar desafíos. Aquí no se trata de un viaje para cambiar a Ezra, sino de un viaje para que su padre, Max, entienda que no todo en la vida necesita una solución inmediata.

Y el elenco, ¡uf! Además de Cannavale, tienes a Robert De Niro como el abuelo gruñón pero adorable, Stan; y a Rose Byrne como la exesposa de Max. El guion, escrito por Tony Spiridakis (Greenport 2017), está basado en su propia experiencia como padre de un hijo con autismo, lo que aporta una autenticidad y un corazón que se sienten en cada escena. Es como si Spiridakis estuviera compartiendo una parte de su vida con nosotros, y eso hace que la película resuene de una manera muy especial.

Algo que destaca es cómo la película aborda la realidad del autismo sin dramatizarlo en exceso. Ezra es un niño inteligente y carismático, y aunque su diagnóstico de autismo lo pone en situaciones complicadas, la historia nos muestra que esas mismas características que algunos podrían ver como “dificultades” son las que lo hacen único y maravilloso.

Y ojo, esta película no es solo para las familias que viven de cerca el autismo. Siempre juntos es para todos aquellos que alguna vez han sentido que no encajan o que sus diferencias los separan de los demás. Es un recordatorio de que todos somos diferentes, pero esas diferencias son las que nos hacen especiales.

En un mundo donde las historias sobre familias neurodiversas no se ven lo suficiente en pantalla, Siempre juntos llega como una bocanada de aire fresco. Este filme llega a cines este 15 de agosto. ¡Please, no dejes de verla!