Príncipes salvajes es una película que plantea una premisa inusual: cómo los privilegios heredados pueden deformar la moral y conducir a un descontrol absoluto.
Dirigida por Humberto Hinojosa (¿Quién lo mató?), la película se adentra en un universo que la mayoría de los espectadores jamás se atreverían a imaginar: adolescentes adinerados que ponen en riesgo sus propias vidas solo para experimentar el poder que su cuna de oro les ha otorgado. Hinojosa ofrece aquí una crítica social disfrazada de thriller psicológico, haciendo uso del dinero no como mero recurso, sino como una fuerza corrosiva.
¿De qué trata Príncipes salvajes?
La película sigue a un grupo de jóvenes privilegiados que, aparentemente aburridos de su lujosa vida, comienzan a cometer delitos cada vez más atrevidos. Lo que podría haberse quedado en simples travesuras se transforma en crímenes graves, y aunque estos actos afectan a muchos, parecen no tocar nunca a los perpetradores.
El guion de Santiago Mohar Volkow consigue un equilibrio entre la tensión dramática y la crítica social, exponiendo la frivolidad de la riqueza cuando esta se convierte en una herramienta para el caos.
En el centro de la historia están Xavier (Juan Pablo Fuentes) y Gerardo (Fernando Cattori), dos jóvenes que, amparados por el poder de sus familias, cometen delitos mientras los empleados de sus padres son quienes cargan con las consecuencias. Sin embargo, todo cambia cuando uno de sus robos sale mal y un detective, interpretado por Alfonso Herrera, comienza a atar cabos y a desenmascarar la verdad detrás de sus crímenes.
La película no tarda en introducirnos a este mundo de excesos y engaños: en su primera secuencia, un joven enmascarado entra en una casa millonaria mientras otro se da un baño. Lo que aparenta ser un violento asalto se revela como un elaborado plan entre amigos para robar los relojes y dinero del padre de uno de ellos. El impacto de esta escena inicial establece el tono para el resto de la película, donde cada acción parece planificada para mostrar el peligroso juego de poder en el que se encuentran estos chicos.
¿Por qué verla?
Lo que hace a Príncipes salvajes particularmente interesante es la forma en que utiliza el cine para explorar el peso de los privilegios. La película hace que el espectador se cuestione hasta dónde puede llegar el abuso de poder cuando las consecuencias parecen no existir para los más ricos.
Humberto Hinojosa Ozcariz logra llevar la narrativa a un punto en el que la tensión psicológica se mezcla con el análisis social, a partir de una historia de crímenes juveniles y un profundo estudio sobre la impunidad y el vacío existencial que puede surgir de una vida sin límites ni responsabilidades.
La película destaca además por las sólidas actuaciones de su elenco principal. Juan Pablo Fuentes da vida a un Xavier complejo y contradictorio, capaz de alternar entre la arrogancia y la vulnerabilidad. Ximena Lamadrid, Renata Manterola y Fernando Cattori completan un reparto que logra transmitir el tedio y la alienación de una juventud que ha nacido con todo, pero parece no encontrar propósito. Alfonso Herrera, como el detective, aporta el contrapunto necesario de moralidad y tensión. Esta película ya la puedes ver en la plataforma Netflix.
