Por fin llega a las pantallas Mi amigo el pingüino, una película que se aleja de los ritmos frenéticos de Hollywood para sumergirnos en una conmovedora historia de amistad, lealtad y respeto por la naturaleza.

Dirigida por David Schurmann y protagonizada por Jean Reno y Adriana Barraza, este filme narra la historia real de João Pereira de Souza, un pescador brasileño que rescata a un pingüino cubierto de petróleo en las costas de Brasil, y cómo este acto de bondad se convierte en una amistad insólita que durará años.

Adriana Barraza nos contó los secretos de trabajar con pingüinos

Adriana Barraza, en una entrevista reciente con Chilango, habló sobre su conexión emocional con la historia. “Cuando me contaron la anécdota que inspiró la película, la busqué en YouTube y me pareció hermosa”, recuerda.

Para ella, esta cinta es más que una narración de hechos reales, es una reflexión sobre el respeto hacia la naturaleza. En la película, Barraza interpreta a María, la esposa de João, quien al principio es reticente al nuevo huésped. Sin embargo, pronto se ve conquistada por el carisma del pingüino DinDim​.

La película se filmó en el hermoso entorno de la isla de Provetá, Brasil, donde, según Barraza, el equipo debía caminar 15 minutos a través de la selva todos los días para llegar al set. “Fue una experiencia muy hermosa”, comentó. Sin embargo, lo más impactante para la actriz fue la interacción con los pingüinos.

“Había que tener todo un protocolo. El equipo debía guardar silencio total para no estresar a los animales. Fue un proceso de mucho respeto”.

Adriana Barraza

En cuanto a Jean Reno, Barraza destaca la experiencia de trabajar con un actor de su calibre. “Es un gran conversador y un excelente compañero en el set”, sostuvo. Esa química entre los personajes es palpable en pantalla, donde se desarrolla una relación genuina que toca el corazón del espectador. Reno y Barraza logran transmitir una conexión sincera y emotiva, sin caer en el sentimentalismo fácil.

La película se caracteriza por un ritmo pausado, casi meditativo, que invita a la reflexión. Barraza comentó cómo Schurmann, el director, logró crear una atmósfera de calma. “Te invita a bajar la prisa por vivir, a tomarte un momento para reflexionar”, reconoció la actriz. Esta cualidad es una de las mayores virtudes de la cinta, que ofrece al público un respiro en medio del caos cotidiano​.

Además de su historia emocionalmente rica, Mi amigo el pingüino destaca por su fotografía. Las escenas filmadas en las costas de Brasil y la Patagonia transportan al espectador a paisajes de ensueño, mientras que los momentos más íntimos entre João y DinDim están llenos de ternura. Es un recordatorio de la capacidad del cine para conmovernos y hacernos reflexionar sobre nuestra relación con el mundo natural.

Mi amigo el pingüino es una película que logra mucho más que contar una simple historia de amistad entre un hombre y un animal. A través de actuaciones sólidas, un entorno visualmente cautivador y un ritmo narrativo que invita a la introspección, esta cinta se consolida como un homenaje al poder del amor y la bondad.

Como mencionó Adriana Barraza, “es una reflexión sobre lo que estamos haciendo por nuestro planeta”, y sin duda, al salir del cine, es imposible no preguntarse qué más podemos hacer nosotros. ¡Ve a verla, de verdad es una historia divina! Se estrena este 3 de octubre.