El Reino de Dios, el quinto largometraje de la directora mexicana Claudia Sainte-Luce, es una película profundamente conmovedora que aborda la pérdida de la inocencia y el cuestionamiento de la fe a través de los ojos de un niño.
Ambientada en un pequeño pueblo de Veracruz, la historia sigue a Neimar, un niño de siete años que está emocionado por su primera comunión, creyendo, gracias a las promesas de su abuela, que en ese momento conocerá a Dios.
El Reino de Dios: Una historia de crecimiento personal y espiritual
El personaje de Neimar nos introduce en su vida cotidiana: ayuda a su madre y abuela a vender tamales, disfruta de las carreras de caballos y vive con la esperanza de un futuro espiritual que lo acercará a la divinidad. No obstante, a medida que se prepara para este sacramento, Neimar comienza a enfrentar las dificultades de la vida y las decepciones que lo hacen cuestionar todo lo que había creído. La película explora su pérdida gradual de fe, mientras trata de encontrar su lugar en un mundo lleno de incertidumbres.
El Reino de Dios, una producción independiente
La producción de la película fue un desafío que la directora decidió afrontar de manera independiente. Filmada en solo 15 días en el pueblo natal de Sainte-Luce, Tlalixcoyan, Veracruz, contó con el apoyo de su propia familia y la comunidad local, quienes participaron tanto frente como detrás de la cámara. La directora relata cómo el proceso fue más “guerrero”, pues se enfrentaron a temperaturas de 40°C, y trabajaron con actores no profesionales, lo que aportó una naturalidad única a la cinta.
A pesar de las dificultades, El Reino de Dios destaca por su estilo naturalista y su tono casi documental, con actores que aportan una autenticidad deslumbrante. Sainte-Luce trabajó con una escaleta en lugar de un guion cerrado, permitiendo que las escenas se desarrollaran orgánicamente según las emociones y las circunstancias del momento.
Reconocimientos internacionales
Esta producción ha sido un éxito en festivales internacionales. Se estrenó en 2022 en la Berlinale dentro de la sección Generation, y fue reconocida en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara con cinco premios, incluyendo Mejor Película Mexicana, Mejor Dirección, y Mejor Actor para el joven Diego Armando Lara.
Además, recibió premios en el Festival de Cine Latinoamericano de Trieste y en el Festival de Gijón, destacando a Sainte-Luce como una de las voces más importantes del cine contemporáneo en México.
¿Por qué verla?
En esencia, El Reino de Dios es una película que habla sobre el desarraigo emocional y espiritual. El personaje de Neimar, a través de su interacción con su entorno, va descubriendo que las promesas y certezas que le habían inculcado no siempre se cumplen, y que la vida es mucho más compleja de lo que imaginaba. Esta pérdida de la fe no solo tiene que ver con su relación con Dios, sino también con la forma en que lidia con el mundo que lo rodea.
Claudia Sainte-Luce crea una obra que, lejos de caer en sentimentalismos, enfrenta la realidad de manera cruda y hermosa a la vez, reflejando cómo la fe, la comunidad y la familia pueden ser tanto un refugio como una fuente de cuestionamientos profundos.
El Reino de Dios es un relato íntimo que invita a reflexionar sobre la fragilidad de nuestras creencias y cómo las enfrentamos en momentos de crisis.