Chilango que se respeta, chilango que vio un churro nacional por lo menos una vez en su vida. Quizá por estar en el lugar equivocado o porque era lo único que pasaban en la televisión, su atención se depositó en historias que pudieron haberle causado gracia: por sus deficiencias en técnica y producción. Entre esos churros, las películas mexicanas de sectas fueron manjar del kitsch mexa, que de paso mostraron cómo se las gastan líderes de cultos extraños para lavar el cerebro de sus seguidores.
Clásicos de películas mexicanas de sectas y cultos raros
A su manera, con tramas disparatadas incluso, estos filmes se centraron en las figuras representativas de líderes que influyen en grupos de personas para aprovecharse de ellas y verse beneficiados a sí mismos sin importar los límites que deban traspasar.
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Los demonios del desierto
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Vestido con traje blanco, rapado totalmente, y con pistola atada a la pierna, el padre Damián (Sergio Bustamante) comanda un grupo de pandilleros adictos al sexo, la droga y el alcohol, a quienes ordena sembrar miedo en carreteras como parte de un plan astral para acabar con los enemigos, es decir los individuos que poseen bondad.
El padre Damián asegura ser el elegido por los astros para guiar una nueva vida en este mundo, pero su discurso es confrontado por dos policías (los hermanos Almada) que buscan acabar con su forma de delinquir, sobre todo porque secuestra a la novia de uno de ellos. Al final, aguas con el spoiler, el mal triunfa sobre el bien ya que no lo pueden matar porque es el mismísimo demonio en persona.
La secta satánica
¡Ojo!, en esta película sí hay un duelo con gran nivel de actuación entre Joaquín Cordero y Germán Robles. Don Joaquín interpreta al cura del pueblo de San Andrés, hombre preocupado porque sus habitantes se alejan de la fe católica para convertirse en devotos de don Germán, tipo elegante que tiene el poder de hacer milagros a través de la palabra hablada como devolverle la vista a un ciego.
El punto álgido entre estos dos señores se da cuando el comisario se niega a tomar acciones contra don Germán, quien es descubierto por don Joaquín de practicar misas negras y sacrificios humanos. Para salvar a San Andrés, el cura emula el viacrucis al cargar una enorme cruz de madera por todo el pueblo y portar una corona de espinas. Es una intenso frente a frente ya que don Germán es ni más ni menos que Satanás.
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La secta de la muerte
Si de películas mexicanas de sectas se trata, no podía faltar esta joya protagonizada por Sebastián Ligarde y Mario Almada. Está basada en hechos reales, específicamente en la historia de los narcosatánicos de Matamoros cuyo líder fue Adolfo de Jesús Constanzo.
Este suceso que cimbró al país en 1989 fue llevado al cine con Ligarde como líder de una banda dedicada al tráfico de estupefacientes y que procuraba la comunión espiritual de sus integrantes con ritos de brujería, santería y sacrificios humanos.
La venganza de los punks
Es la secuela de Intrépidos punks, que es valorada como una obra maestra del kitsch nacional. Uno de sus principales atractivos fue ver al luchador El Fantasma como un despiadado líder de pandilleros que viven bajo la máxima de destrucción y muerte como sentido de la libertad.
A diferencia de lo que indica el título, quien realmente se venga es un policía (Juan Valentín) al que le asesinan a su familia. De nada les sirve a los “punks” celebrar coloridas misas negras con vestimentas onda Mad Max y el sacrificio de un cerdo para pedir protección al príncipe de las tinieblas, ya que son exterminados uno por uno a manos del señor justicia.
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Tragedia en Waco, Texas
He aquí otra de las películas mexicanas de sectas que se basa en sucesos verídicos. Aborda la tragedia ocurrida en el rancho Monte Carmelo durante 1993 cuando agentes del FBI se enfrentaron con miembros de los davidianos atrincherados en el lugar y que abrieron fuego por órdenes de David Koresh, su líder.
Llamado David Coleman en esta historia, la cinta muestra a Koresh como un hombre con capacidad para seducir mujeres y obligarlas a tener sexo con él aunque fueran menores de edad. También se le trata desde el punto de vista religioso, ya que presumía de ser la reencarnación de Jesucristo pero con lentes.
A esta breve lista de películas mexicanas de sectas se podría agregar La secta del Sargón, sin embargo, no fue tan churro como las mencionadas, ya que sí fue tratada con seriedad por José Luis García Agraz en la dirección y Pedro Armendáriz Jr. como protagonista. ¿Y a nivel internacional? También hay mucho material y puedes echarle ojo aquí.
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