5 películas de Semana Santa que ya alucinamos
Los relatos bíblicos dieron mucha tela de donde cortar para esas películas de Semana Santa que nos hacían eternas las vacaciones.
Por: Fernando García Lazo
A lo mejor no lo recuerdas, pero hubo un tiempo oscuro, muy oscuro, cuando la programación on demand no existía y uno debía conformarse con lo que los programadores de tele abierta nos recetaban en los canales. Y esto se convertía en un problema precisamente en estas fechas porque sabíamos que ahí venían las películas de Semana Santa.
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No nos malentiendas ni nos taches de sacrílegos. Sabemos que algunas de estas películas de Semana Santa son verdaderos portentos fílmicos que en su tiempo representaron lo mejor del cine, marcando historia en premiaciones.
Sin embargo, es justo de decir que si cada año te recetan las mismas películas durante la misma temporada en sesiones maratónicas de las cuales era imposible escapar (a menos claro que tuvieras cable), uno no puede sino acabar harto de ellas. No es que no fueran buenas, pero es que verlas era casi casi una manda.
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Por fortuna, ahora tenemos varias opciones a nuestro alcance para entretenernos durante estas vacaciones de Semana Santa (y vaya que lo necesitamos), pero valga la oportunidad para recordar a esas cintas que simplemente nos acabaron hartando. Y quién sabe, quizá pasados unos años nos vuelvan a parecer atractivas.
Estas son las 5 películas de Semana Santa que ya nos tienen cansados
Quo Vadis?
Era de las películas de Semana Santa que transmitían casi al final de la temporada, ya que presentaba la persecución que siguió contra los cristianos luego de la crucifixión de Jesucristo. La cinta muestra también otros hechos como el gran incendio de Roma, la muerte de Nerón y la martirización de Pedro.
El título es una expresión en latín que significa “¿A dónde vas?” y refiere a un pasaje bíblico el cual relata cómo el apóstol Pedro tiene una revelación donde Jesús le cuestiona el porqué de su huida de Roma. La cinta cuenta con las actuaciones de Robert Taylor, Deborah Kerr, Leo Genn y Peter Ustinov, y se basó en la novela de Henryk Sienkiewicz.
Duración: 171 minutos
Ben-Hur
Aquí si nos lamentamos que nos hayan hecho alucinar esta cinta, porque es una de las más importantes en la historia del cine. Se basaba en la novela de Lewis Wallace sobre Judá Ben-Hur, un príncipe judío que cae en desgracia por el conflicto entre el imperio romano y su pueblo, de donde se dice que un hombre surgirá para liberarlo.
Entre la persecución de su gente, Ben-Hur atraviesa la desventura, pierde sus riquezas, a su familia, es exclavizado y sufre a lo largo de tres horas y media que duraba la cinta (que sumada a los comerciales, se extendía hasta casi cinco horas); la vida del protagonista, no obstante, tenía varios cruces con la de Jesús de Nazareth y se desarrollaba de forma alternativa.
Su producción fue épica, de las más caras de entonces y su casting incluyó a Charlton Heston, Stephen Boyd, Jack Hawkins, Haya Harareet, Marina Berti, entre otros.
Duración: 212 minutos
Los 10 Mandamientos
Quién sabe por qué pero a mediados del siglo XX las películas épicas se inspiraban demasiado en los relatos bíblicos y Los 10 Mandamientos es la prueba. Cuenta la historia del profeta Moisés, acaso el personaje más importante del Antiguo Testamento, y su travesía de príncipe egipcio a libertador del pueblo hebreo.
Algo que sí nos latía de esta cinta era la escena en que Moisés abre las aguas del Mar Rojo para que su pueblo pueda atravesar. La película, también protagonizada por Charlton Heston, tuvo siete nominaciones al Oscar, aunque solo se llevó la de mejores efectos especiales.
Duración: 220 minutos
El Martir del Calvario
Orgullosa representante del cine mexicano entre las películas de Semana Santa. El Martir del Calvario, dirigida por Miguel Morayta y protagonizada por el español Enrique Rambal, sigue la Pasión de Cristo durante sus últimos días de predica y posterior cruxifixión.
Esta cinta, estrenada en 1952 durante la cuaresma, se grabó en los estudios Tepeyac de la CDMX casi por completo (así es, todo fue utilería, aunque dicen que la cruz si era real y muy pesada). Asimismo, la imagen de Cristo que presentaba –demasiado rubio para alguien nacido en Medio Oriente– continuaba la tradición renacentista de pintar al Mesías de tan europeizante manera.
Duración: 150 minutos
Marcelino Pan y Vino
De las películas de Semana Santa, la lacrimógena por excelencia. La versión original es española y la dirigió Ladislao Vajda en 1954, presentando la historia de un huérfano que es abandonado en un monasterio franciscano. Ahí, el niño es criado por los religiosos, quienes le prohíben subir al desván del recinto.
Obviamente Marcelino desobedece y en el lugar se encuentra un Cristo crucificado con quien logra comunicarse (¡milagro, milagro!), le lleva pan y vino, le cuenta sus secretos y al final lo convence de llevárselo ante Dios para estar de una vez reunido con su madre. Lágrimas seguras, de verdad.
Duración: 90 minutos