Es cierto que la película Shazam no hizo tanto ruido como Mujer Maravilla o Aquaman. Sin embargo, esta nos entrega algo que las otras dos no: una cinta realmente cómica y divertida de principio a fin.
Billy Batson, un niño de 14 años, es el protagonista de la película Shazam. Un huérfano al que solo le interesa encontrar a su familia. Sin embargo, un día un poderoso mago le transfiere su poder y ahora puede convertirse en un héroe adulto con solo gritar ¡Shazam!
Bajo esta identidad tiene la la sabiduría de Salomón, la fuerza de Hércules, la resistencia de Atlas, el poder de Zeus, las habilidades de combate de Aquiles, y la velocidad de Mercurio. Billy debe aprende a ser un héroe antes de que el doctor Thaddeus Sivana le quite todo su poder.
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¿Por qué debes correr a ver la película Shazam?
Sabemos que el Universo de DC en el cine es todo un relajo; sobre todo, porque tiene cintas “oscuras” como Batman vs Superman y otras llenas de acción y comedia como Aquaman. En ambos casos —y el cine de superhéroes en general— se presenta al ser con poderoso como alguien inalcanzable y casi como un dios.
Aquí es donde la película Shazam hace la diferencia y nos trae algo completamente diferente con un protagonista y una trama más mundana.
Muchos fans de los cómics aman a Spider-Man porque se identifican por completo con los problemas de Peter Parker. Algo así es lo que sucede cuando ves la película Shazam, pero sin el drama de perder a un ser querido. Se trata de un adolescente que realmente ama y le emociona ser un héroe.
Así es como el protagonista de la película Shazam se vuelve tan importante, pues representa las dos caras de una misma moneda. Por un lado está Billy Batson (Asher Angel) que parece el personaje más indefenso: está solo en la vida, desconfía de la gente y es muy vulnerable. Por otra parte está Shazam (Zachary Levi), un adulto superpoderoso fuerte, confiado y hasta presumido.
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También está la presencia de Freddy Freeman (Jack Dylan Grazer), quien es un adolescente que sabe tooooodo sobre los héroes y sus poderes. La química entre él y el protagonista (ya sea como Billy o Shazam) es de lo mejor de la película Shazam. De hecho, su sentido del humor y su pasión por los héroes en muchas ocasiones se roba la película.
Es por eso que lo que hace más emocionante y única a la película Shazam es el humor. Se siente como una bocanada de aire fresco para esta década plagada de héroes, algo similar al fenómeno Deadpool —sin recurrir a la violencia o el humor negro para adultos—. Lo mejor de todo es que los chistes no se sienten forzados, pues se trata de un adolescente que descubre que tiene superpoderes y va y se lo cuenta a su mejor amigo.
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Un problema ocasionado por la misma industria es que claramente la película Shazam no contó con el mismo presupuesto que otras cintas de DC. Es por eso que algunos efectos, como el aspecto de los siete pecados capitales, se sienten terriblemente sencillos y hasta anticuados. De cualquier manera, tiene demasiados puntos fuertes como para que esto se convierta en un problema serio.
Otro punto flojo de la película Shazam es el villano. El Doctor Thaddeus Sivana simplemente pasa a ser un vehículo para que el protagonista alcance todo su potencial y entienda la importancia de una familia. Esto lo convierte en un personaje débil sin algún momento memorable.
Al final de cuentas, la película Shazam es una historia sobre la importancia de la familia y de cómo es importante enfrentarte a tus propias debilidades. Aunque no cuenta con grandes efectos especiales, las secuencias de acción son buenas y entretenidas. Es una cinta divertida y tiene a uno de los mejores protagonistas del cine de héroes… hasta ahora.