Lo bueno, lo malo y lo WTF de La Monja
La película La Monja, con Demián Bichir, al fin llega a cines pero ¿logra ser tan buena como El Conjuro? Te lo contamos en nuestra crítica
Por: Abigail Camarillo
Cuando salió El Conjuro (2013) nunca nos imaginamos que sería el comienzo de todo un universo de cintas de terror. Ahora llega la película La Monja que cuenta los orígenes Valak, demonio que apareció por primera vez en El Conjuro 2 (2016).
La historia sigue al Padre Burke (Demián Bichir) y a la hermana Irene (Taissa Farmiga), una novicia que está a punto de hacer sus votos definitivos. Los dos son enviados por el Vaticano a un convento en Rumania para investigar el suicidio de una monja. Sin embargo, al llegar ahí se darán cuenta de que una presencia maligna ronda en el lugar. Aquí nuestra crítica de la película La Monja.
Lo bueno de la película La Monja
La unión con El Conjuro y los Warren
No vamos a spoilearte, pero la película La Monja tiene algunas escenas que nos conectan directamente con su primera aparición en el Universo del Conjuro y también con los Warren. Esto es algo que se agradece, pues así esta cinta de origen se siente más en conexión con el resto de la franquicia.
La actuación de Taissa Farmiga y Demián Bichir
Fue una gran noticia saber que Taissa Farmiga se uniría a este universo; después de todo, es la hermana de Vera Farmiga, actriz que interpreta a Lorraine Warren. Pero dejando de lado esa conexión, Taissa logra atraparnos con su personaje. Se trata de una novicia que aún no hace sus votos y que todavía tiene dudas entre la fe y las explicaciones científicas. Taissa es una protagonista creíble, fuerte y dispuesta a luchar con los demonios.
La interpretación de Bichir también está bien desarrollada. Actúa con naturalidad como un padre badass que prácticamente se encarga de los trapos sucios del Vaticano. El problema con su personaje es que es un arquetipo que ya hemos visto varias veces. Sin embargo, eso no es culpa suya sino del guion y del desarrollo de personajes, pero ya pasaremos a eso más adelante.
La atmósfera gótica
Las locaciones tienen una perfecta armonía con el tema de la película La Monja. Y es que cómo no ver a una monja sin pensar en un monasterio en medio del bosque, cementerios, pasillos angostos y oscuros. No solo son los lugares, pues desde el lugar abandonado, el uso de la niebla y el hecho de que a varios personajes no se les vea la cara le da un toque más tenebroso. Todo conforma una atmósfera gótica que le queda perfecta a la cinta.
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Lo malo de la película La Monja
Una trama sencilla
Se supone que la película La Monja nos daría un gran origen para Valak. Sin embargo no se logra el cometido. Simplemente obtenemos la típica historia que involucra magia antigua y un ritual macabro. Es más, en realidad ni se aborda tanto el tema de cuándo surgió Valak y es solo un dato extra que vemos en la trama. La cinta se enfoca más en contar por qué está atrapado en ese convento y por qué las monjas del lugar se empeñaban tanto en estar en un lugar tan creepy.
Sustos demasiado simples
A veces es mejor utilizar sustos sencillos (con sonidos o apariciones repentinas), que usar efectos digitales para hacer a los monstruos más “feos” del mundo. Eso lo aprendimos bastante bien con El Conjuro, que es considerada una gran cinta de terror. Sin embargo, la película La Monja peca de utilizar demasiados sustos de este tipo. Birincarás de vez en cuando, pero de ahí en fuera los demás sustos pasan sin pena ni gloria. Son hasta predecibles por la música y los movimientos de cámara.
Desarrollo de personajes
Un gran problema de la cinta es que la hermana Irene pudo haber estado sola todo el tiempo. No es que el personaje de Bichir no aporte nada, pero en los momentos en los que más se le necesita su personaje no sobresale absolutamente nada. Y eso no es todo, pues aunque es un padre que se ve que no le teme ni al diablo, el guion explota el uso de chistes que lo hacen ver como un sacerdote tipo Rambo.
Pero hay un personaje peor: el de Frenchie. Un chavo que no tenía nada mejor que hacer que irse a vivir al pueblo cercano al convento. Su personaje intenta apaciguar los momentos de tensión de la trama y por eso es “gracioso” en todo momento, pero en realidad no es importante para la historia. Lo único que lo puede salvar es que nos brinda una conexión con los Warren.
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Lo WTF de la película La Monja
Una película de terror con acción y comedia
Ya mencionamos a Frenchie, personaje cuyo único propósito es darnos acción y comedia. ¿Por qué un filme de terror necesita chistes?, nadie lo sabe. Porque ni siquiera es como que la cinta dé tanto miedo que requiera de esos recursos para que te relajes. Además, las escenas de acción son tan incoherentes y forzadas que terminan provocando más risas involuntarias.
Un padre tipo Rambo
Ya mencionamos esto del padre Burke, pero es necesario retomarlo. Ese personaje parece ser muy serio, sobre todo por el pasado oscuro que carga. Pero a lo largo de la cinta menciona frases que no tienen coherencia con su forma de ser y cuando las dice rompe con el ambiente tenebroso y de tensión que hay.
El objetivo de Valak
Nunca sabemos qué quiere Valak. Nos queda claro que quiere poseer a una monja del convento para ser libre, pero ¿para qué?, ¿quiere poseer el mundo?, ¿hacer enojar al Vaticano?, ¿poner en duda la fe de todos? Esto resulta imperdonable si consideramos que la película La Monja es una cinta de origen del personaje.
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Veredicto
La actuación de Taissa Farmiga nos entrega a una protagonista fuerte y decidida. La atmósfera resulta ideal para la historia. Sin embargo, no puedes intentar mantener una cinta solo con la protagonista y algunos sustos.
La película La Monja flaquea en muchos aspectos. Como en el guion, el cual es fundamental en cualquier filme y en este caso es demasiado simple al igual que la historia.
El personaje de la Monja solo sirve para darnos algunos sustos, pues nunca comprendemos su objetivo. Eso más la comedia y acción innecesarias hacen que este sea el filme que más defrauda de la saga del Conjuro. Además, que una película de terror no asuste es el peor pecado que puede cometer.