Toros y actuación con el joven Reygadas
Nuestro Tiempo de Carlos Reygadas estrena este 28 de septiembre y platicamos con el joven director sobre la obra y su actuación en la misma.
Por: Pablo Mata
La esperada nueva entrega del enfant terrible del cine mexicano se estrena este viernes, luego de su paso por Venecia: Nuestro Tiempo.
Después de más de un lustro de relativo silencio, Carlos Reygadas está listo para compartirnos una historia que puede catalogarse como su entrega más personal, no por su historia sino porque él mismo se estrena como actor, así como su esposa, Natalia López (que interpreta a la esposa del personaje de Carlos).
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Nuestro tiempo cuenta la historia de un matrimonio que administra una hacienda de toros de pelea y que se enfrenta al reto de una infidelidad. Su descenso en espiral hacia los límites del amor se enlazará con la amenaza constante de los toros de pelea. Platicamos con el cineasta sobre su experiencia como director y ahora como actor.
¿Por qué decidiste actuar en Nuestro Tiempo?
Hice el casting durante mucho tiempo. Me costó trabajo encontrar a alguien que supiera hacer las actividades de campo que se requerían, y tampoco se trataba de usar dobles, así que apliqué el viejo dicho: “Cuando no hay actor entra el director”. Además, a mi parecer el resultado es casi igual a si hubiera actuado alguien más, pues muy pocos espectadores sabe cómo me veo.
Al final aprendí mucho y disfruté. A mí me gusta operar la cámara siempre, así que cuando yo actuaba, perdía el control del encuadre, pero gané el control del ritmo interno de la toma. Unas por otras. Fue muy interesante ser actor. He hecho sonido, cámara, producción. Lo de la actuación nunca lo había considerado. Me hizo entender mucho de la metodología: cómo acercarte a los actores, ver ciertas cosas desde su punto de vista.
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¿Cómo fue tu proceso durante la filmación?
Filmamos a lo largo de muchas temporadas. Ustedes lo verán en la película: hay cambios de clima, lo que involucraba mucha previsualización del lugar, muchos scoutings; la edición fue muy compleja y muy larga también.
¿Cómo defines a tu personaje?
Como alguien con una necesidad psicológica de controlar una situación que él considera una crisis. Justo por eso recurre a muchos medios y sufre en ese proceso. Pero tampoco quiere aceptar las cosas tal como son. Es alguien que no se somete al destino, y cuyas luces y sombras están presentes todo el tiempo.
¿Cuál sientes que sea la principal diferencia entre actuar y dirigir?
Siento que como actor controlas el ritmo interno de la imagen. Siempre he pugnado que el lenguaje cinematográfico sea lo que construye al personaje: La foto, el sonido,
el vestuario… Un montón de cosas que van más allá del actor. Hay una separación muy fuerte entre lo que ocurre dentro de la película y los actores.
¿Hay alguna metáfora relacionada con los toros?
Tú puedes darle un sentido metafórico mayor o menor a lo que estás viendo. Lo que en realidad está es la presencia del mundo animal y la sexualidad difusa masculina y concreta femenina. Un macho fecunda a muchas hembras. Se da la lucha entre lo masculino en el mundo animal, y por supuesto entre los seres humanos. Se nos olvida que somos animales. Si hubiera menos hipocresía sobre este asunto, las relaciones políticas, internacionales, entre hombres y mujeres, tal vez tendríamos las cosas más claras.
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¿Experimentas más en esta nueva película?
Desde un punto de vista puede ser una película bastante clásica, pero hay ciertos detalles en los que me permití explorar. Es importante no buscar la originalidad per se, pero sí buscar la forma específica de decir las cosas. Cada plano, cada momento tiene una razón de ser. Es fácil seguir la rutina pero no necesariamente es lo más apropiado para todo lo que hacemos. Me gusta cuestionar la rutina si lo que sale funciona mejor. Mucha gente cree que el ritmo de una película está dado por la edición, la fotografía en general. En realidad el ritmo interno está determinado por la cámara.
En la película un toro mata a una mula. ¿Fue difícil filmar esa escena?
Yo tenía el reto de filmar el ataque a una mula utilizando el lenguaje cinematográfico clásico. Con ciertos trucos tradicionales te puedo decir que no es una película snuff, no se lastimó a ningún animal. Esa mula era un cadáver ya. Sí fue difícil y requirió ingenio.
¿Tienes alguna preferencia entre hacer películas bucólicas y urbanas?
Si me dan a elegir, yo prefiero el campo. Esos momentos de ciudad, si uno los puede ver como visitante, se disfrutan más. En Nuestro tiempo se ven varios planos aéreos que muestran una ciudad muy bella, muy potente, muy hermosa en su fealdad.
Trabajaste 5 años en esta película.
Comencé a pensar en ella en 2014. La primera parte la filmé en 2015. Es una parte dura del cineasta. El músico tiene el placer instantáneo de ver lo que hace. Como cineasta tienes que estar enfocado por mucho tiempo en un objetivo que no se puede difundir porque si se difunde antes de tiempo se estropea. Estoy muy animado y muy contento de por fin poder compartir esta película. Muchos espectadores no tienen ningún problema en ir al cine y disfrutar una película de 3 horas.
Recuerda que Nuestro Tiempo de Carlos Reygadas, se estrena el 28 de septiembre en salas de cine nacionales.