Este viernes se estrenó Tiempo compartido, el nuevo largometraje del mexicano Sebastián Hofmann (Halley). La cinta se adentra en el bizarro mundo de los tiempos compartidos y fue ganadora del Premio Especial del Jurado en el Festival de Sundance de este año. Tuvimos la oportunidad de platicar con Hofmann y los protganistas de la cinta: Luis Gerardo Méndez, Miguel Rodarte y Cassandra Ciangherotti. Aquí lo que nos dijeron:
¿Cuál fue la inspiración para Tiempo compartido?
Sebastián Hofmann: Yo viví en un hotel todo incluído y mi mamá vendía tiempos compartidos cuando yo era niño. No es una película autobiográfica, pero si desata la inquietud de hacer una película en este universo. Este mundo es muy tétrico y al mismo tiempo tiene mucho humor que me pareció interesante explorar.
¿A ustedes qué les atrajó de la historia?
Cassandra Chiangherotti: Es un guión que tiene muchas capas y que puede ser leído de distintas maneras. Me gustaba mucho esta analogía de un sistema piramidal en la sociedad: unos están arriba y unos abajo. Al final las mujeres en la historia son las últimas en el eslabón. Sentí que era una manera interesante de explorar esta realidad.
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Miguel Rodarte: El trabajar con el equipo y el talento que reunió Sebastián. Por supuesto la historia, que es la protagonista de la película. El guión tiene una estructura muy particular y distinta con personajes complejos y sumergidos en un universo muy único y muy bien logrado. Encontrar este tipo de guiones es una rareza en nuestro medio, entonces cuando te llegan no puedes negarte.
Luis Gerardo Méndez: Cuando yo leí el guión me pareció increíble que hablara de los tiempos compartidos. Como que jamás creí que se pudiera hacer una película de eso que fuera tan relevante. La tesis habla de buscar la felicidad en los lugares equivocados y es una crítica muy inteligente sobre el capitalismo.
¿Qué opinan ustedes sobre esta crítica a la sociedad patriarcal?
LJM: Creo que vivimos en un país en donde no reparamos en las exigencias de lo que significa ser padre de familia. Porque tienes que proveer, educar, ir a trabajar y llegar de buen humor con tu familia, tienes que ser fiel y tratar bien a tu esposa. Es mucha presión, que igual sienten las mujeres. Al menos, en la familia en la que yo crecí, era así. Este personaje que yo interpreto viene de observar a mi padre, es un homenaje a él.
MR: En el caso de mi personaje, creo que vive lo peor que alguien puede vivir: perder a un hijo. Creo que ese impacto no distingue género, cada quien lo toma de maneras diferente. En el caso de mi arco la mujer busca sobresalir en el mundo profesional, mientras que el hombre se sume en una depresión que lo lleva al enloquecimiento.
¿Cuál crees que es el interés de este tipo de películas en el extranjero?
SH: Yo no te puedo decir si la película es buena o mala, pero sí te puedo decir que es original. No hay muchas películas como la que hicmos. Esa ha sido la lectura a nivel internacional. El tono, el humor, dónde está la tragedia, el elenco y la locura de hacer una película tan absurda. Para mí la idea siempre fue hacer una película que se sintiera como el teatro de lo absurdo. Traté de intervenir una película comercial. ¿Qué pasa si hacemos una película que en la superficie podría parecer una comedia de enredos? Pero mientras avanza la trama comienza a hacerse más siniestro y te pierdes en el laberinto que es el hotel y la mente de los personajes.
Tiempo Compartido ganó el Premio Especial del Jurado en Sundance
La película tiempo compartido busca hacer sentir a la audiencia claustrofobia, ¿qué tal fue la experiencia?
SH: Lo primero que le dije al fotógrafo cuando llegamos al Princess de Acapulco fue que volteara la cámara hacia el otro lado de los majestuosos atardeceres de Guerrero. Decidimos no fotografiar el mar, porque era una salida. La película tiene pocos exteriores, la filamos casi enteramente de noche, los cuadros son cerrados, los personajes están asfixiados por la arquitectura. Todo se diseño con Matías Penachino el fotógrafo de que es un artesano de la luz.
MR: Yo me la pasaba en los túneles del hotel. Realmente viví las condiciones de trabajo de toda esta ciudad que hace un hotel funcionar. Es muy impresionante del mundo subterraneo al exterior. Yo creo que parte de ese encierro es la impotencia que viven cada uno de los personajes de querer que las cosas sean distintas a como se planearon.
LGM: Creo que vivimos rodajes muy diferentes. A Miguel le tocó estar en las entrañas de este lugar con la mugre, los olores y a mí me tocó estar en la parte que te ponen en las revistas. Pero los dos son igualmente dolorosos y angustiantes. Y la lectura que hace Sebatián es justo esa: el dolor viene de lo interno que está viviendo cada personaje. Y sí, fue un rodaje claustrofóbico porque toda la película estaba filmada de noche, vivimos como vampiros.
¿Qué fue lo más enriquecedor del rodaje?
CC: Para nosotros fue una experiencia muy rica, porque Sebastián es un director que confía mucho en los actores. Te deja colaborar, te deja chambear y eso yo lo disfruto muchísimo porque puedo sentarme con mis compañeros y hablar de las escenas y teníamos un director que estaba comprometido con eso. Hubo mucha libertad en nuestro proceso y él sólo era un Capitán que dirigía nuestro proceso.
LGM: Sebastián venía de hacer una película donde trabajó con actores naturales, está fue la primera película donde el trabajó con actores entrenados. Fue muy bonito ver eso: cómo confiaba en nostros y ver cómo se maravillaba todo el tiempo. Sabía que si nos pedía algo lo podíamos lograr sin que nos empujara para lograr esa emoción.
MR: Ayuda muchísimo que los personajes están muy bien dibujados y definido. Sabes perfectamente hacia donde llevarlos y cómo construírlos. Es un trabajo de confianza mutua en donde te entregas a ciegas a una historia. Se dio un intercambio muy rico de confianza.
Recuerda que ya Tiempo compartido ya estrenó este viernes. ¿Qué te pareció esta peculiar historia?