¿Eres de los que extraña estar en una sala gigante viendo películas? Pues hoy le echamos más sal a la herida recordando algunos cines antiguos de la CDMX.

Hablamos de aquellos años cuando los chilangos tenían que chutarse el Noticiero Continental; la permanencia voluntaria era algo muy común; todos aprovechábamos los intermedios, para ir al baño, o por más palomas.

Quizás los disfrutaron más tus papás, o en algunos de ellos tuviste tus primeras experiencias cinéfilas. De cualquier manera, nada es igual desde que estos sitios cerraron.

Se nos metió algo de nostalgia 😭: cines antiguos de la CDMX

Parece difícil de creer, pero el cine llegó a México casi un año después de que los hermanos Lumière presentaran su cinematógrafo en 1895.

Fue el entonces presidente Porfirio Díaz quien pidió una muestra de este maravilloso invento. Así fue como llegaron los proyeccionistas Claude Ferdinand Von Bernard y a Gabriel Veyre el 6 de agosto de 1896.

Esta gran función de gala que solo fue disfrutada por Díaz, su familia y miembros de su gabinete, sucedió en el Castillo de Chapultepec. Sin embargo, fue cuestión de días para que la población viera este invento con sus propios ojos.

La ubicación fue el sótano de una droguería ubicada en la antigua calle de Plateros, actualmente calle de Madero. Ahí, el 14 de agosto se exhibieron escenas de algunas calles de París y algunas filmadas en la en nuestra ciudad.

Este fenómeno enamoró a todos y así fue como tiempo después nació la primera sala de cine en la CDMX. Se ubicó sobre la misma calle, en la antigua Casa Borda (Madero #33, casi esquina con Bolívar). Se le conoció como Salón Rojo y fue creado por Salvador Toscano, quien se convertiría en cineasta.

Aunque cerró años más tarde, fue reinaugurado en 1906 por el austriaco Jacobo Granat. Y lo hizo para innovar esta experiencia. El lugar de dos pisos estaba conformado por tres salones de proyección, un espacio con mesas donde se servían platillos y refrescos, y ¡la primer escalera eléctrica de la capital!

Granat fue un hombre muy importante para la industria, pues con el Salón Rojo tuvo tantas ganancias que logró fundar un pequeño emporio que, de acuerdo con El Universal, se conformó de 40 salas en todo el país, entre los que destacan los cines antiguos de la CDMX: el Lux, Palacio y Olimpia.

Desde ahí, no paró el auge de salas colosales que inundaron varios puntos de la ciudad durante el siglo XX. En esos, años el cine era una experiencia verdaderamente masiva, pues las salas tenían capacidad para entre mil y siete mil chilangos.

Esto se debe a que muchas de ellas habían nacido como teatros. Por lo que las butacas estaban distribuidas en dos o tres pisos.

El ocaso de las colosales salas de cine

Aunque surgieron ciertas innovaciones, todo siguió prácticamente igual hasta los 70. De acuerdo con Forbes, eso se debe a que en 1971, el empresario Enrique Ramírez fundó La Organización Ramírez.

Con ella fundó el cine La Raza y también inició el concepto que derivó en los famosos Multicinemas. Este tipo de cines surgieron en varios puntos de la ciudad y su característica era tener más de cinco salas pequeñas para ofrecer distintas películas.

Los multicinemas transformaron por completo a los cines antiguos de la CDMX. Pero esto empeoró en los 90 con el nacimiento de dos enormes cadenas: Cinemex y Cinépolis.

Además de tener las famosas salas tipo estadio, revolucionaron todo el modelo de negocio. Y desde ahí, ya todo es historia…

Los cines antiguos de la CDMX que nos duele recordar

  1. Ópera

Ubicado en el número 9 de la Calle Serapio Rendón, en la Col. San Rafael, se encuentra el que fue uno de los cines más lujosos de la CDMX.

Se comenzó a construir en 1942; pero fue inaugurado hasta marzo de 1949. Su función de estreno fue Una familia de tantas, de Alejandro Galindo y protagonizada por Fernando Soler.

Fue diseñado por el arquitecto Félix T. Nuncio, con ayuda del escenógrafo Manuel Fontanals, quien montó los interiores.Tuvo un estilo art decó muy predominante en su fachada.

Su marquesina de media luna era muy llamativa, pues en la parte superior tenía dos esculturas de piedra que representaban la comedia y la tragedia. Detrás de ellas, había un enorme ventanal que iluminaba el vestíbulo.

El terremoto de 1985 dejó varios daños en su estructura. En 1992 estuvo cerrado, pues la empresa que lo administraba fue puesta en venta. En 1993 se reabre pero como espacio para conciertos de rock.

El 12 de octubre de 1998 se presentó Bauhaus, con su Resurrection Tour. Después de un portazo y de toda la euforia que el concierto provocó, el lugar fue clausurado.

El lugar se mantuvo en completo abandono. En 2019, se informó que sería restaurado como recinto para producciones audiovisuales.

  1. Hipódromo

Dentro del famoso edificio Ermita, ubicado en Revolución y Jalisco, existió otro de los cines antiguos de la CDMX: el Hipódromo. Se inauguró dentro de este rascacielos multifuncional el 11 de abril de 1936.

Tenía una capacidad para dos mil 400 personas y era muy novedoso, pues fue el primero con equipo sonoro en el país. Con el tiempo este espacio pasó a ser de los extintos cine Lumiére.

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En 2006 fue reinagurado como el Teatro Hipódromo Condesa en septiembre de 2006. Lamentablemente, en 2017 cerró sus puertas.

  1. Palacio Chino

Uno de los cines antiguos de la CDMX más recordados por los chilangos es el Palacio Chino. Se ubicaba en la colonia Juárez, abrió en los 40 y su mayor atractivo era la decoración.

Inspirado en el país asiático, entrar en él era como hacer un viaje a las pagodas de Birmania.

Tenía su entrada principal y vestíbulo por la calle de Bucareli. La entrada posterior se ubicaba sobre Iturbide.

Esta zona albergó por algunos años la Arena Nacional, donde había encuentros de box y donde nació la lucha libre. Sin embargo, la arena se incendió y el lote fue comprado por un empresario de cines.

Luis de la Mora y Alfredo Olagaray fueron los arquitectos de este edificio. Los responsables de la decoración fueron Juan Campos y Humberto Ramírez. Rápidamente se convirtió en un cine de lujo, pues tenía alfombra, sonido cinemascope y pantalla panorámica.

En los 50 se vendió; se convirtió en Telecine Palacio Chino y ahora tenía varias salas pequeñas. En los 90, Cinemex lo compró y pasó al formato multicinema, pues tuvo más de diez salas.

Después de 77 años de operaciones, el Palacio Chino cluausró en 2016 y cerró sus puertas de forma definitiva en 2017.

  1. Las Américas

La colonia Roma también tenía uno de los cines antiguos en la CDMX. Se ubicó en el cruce de Avenida de los Insurgentes y Baja California.

El edificio fue construido por José Villagrán García y se inauguró en 1952. Tenía espacio para albergar a más de tres mil espectadores.

Aunque estuvo abandonado durante varios años, desde el 2012 se convirtió en el Auditorio Blackberry. Muchos chilangos sintieron nostalgia al verlo recreado en la película Roma.

  1. El Continental

La infancia de varios chilangos quedó marcada gracias uno de los cines antiguos de la CDMX. Se trata del Continental, que se ubicaba en Avenida Coyoacán y Xola.

Este espacio fue inaugurado el 24 de abril de 1958 y tenía un aforo de dos mil 350 personas. Pero en los 70 sufrió una transformación que marcó a varias generaciones. Se convirtió en “La Casa de Disney” y reabrió sus puertas en 1974.

Bajo este nuevo formato, se convirtió en un espacio donde uno podía encontrarse siempre con las cintas animadas de ese estudio. Lo mejor de todo es que la remodelación hizo que la fachada del cine tuviera el icónico castillo.

A finales de los 90, su gran sala de proyecciones fue transformada para dividirlas en ocho salas. Así fue como se convirtió en el Multimax Continental Cinema. Cerró sus puestas en 2008 y actualmente es un Superama.

  1. Lindavista

El Continental no fue el único cine Disney en la CDMX. Al norte de la ciudad también tenían su propia versión en el Lindavista; sobre las calles de Montevideo e Insurgentes.

Se inauguró el 25 de diciembre de 1942 y dicen que Mario Moreno “Cantinflas” acudió al evento y hasta le dio la bendición.

Con estilo californianoun tanto futurista. Se caracterizaba por tener una torre alta, que parecía un faro, sobre una rotonda. Ahí estaba la taquilla junto a la puerta que daba paso a un espacio abierto.

El cine fue transformado en los 70, al transformarse en una de las dos “casas de Disney”. Su faro exterior parecía ser una torre más del icónico castillo de Disney. Su interior fue acondicionado para estar adornado con puros pósters e imágenes de las películas animadas del estudio.

A finales del siglo XX, el cine sufrió de abandono y fue demolido. El terreno fue vendido y en 2002 se convirtió en el Santuario Nacional de San Juan Diego.

  1. Cosmos

Ideado como el cine más glamoroso de México, el cine Cosmos se ubicaba en la esquina de Circuito Interior y la Calzada México Tacuba.

Se inauguró en 1946. Aunque ese día quedó marcado por una tragedia: la sal se incendió durante las pruebas de iluminación.

Así fue como en 1948 fue reabierto como parte de la Compañía Operadora de Teatros. Tenía un estilo art decó y contaba con dos mil 600 butacas.

La historia del lugar también destaca porque en 1971, ya en su declive, se convirtió en un refugio para los estudiantes atacados por El Halconazo.

En los 80 el cine Cosmos cedió ante el formato de multicinemas, pero en a finales de los 90 cerró sus puertas. El recinto quedó en abandono hasta 2013, cuando el predio fue adquirido por la alcaldía Miguel Hidalgo.

Después de siete años y cerca de 100 millones de pesos invertidos, en julio del 2020 se anunció que este lugar reabriría como Fábrica de Artes y Oficios (FARO) Cine Cosmos. Su inauguración se tenía prevista para noviembre de ese año; sin embargo, no pudo ser realizada por la pandemia.

  1. El Dorado 70

Entre los cines antiguos de la CDMX que nos duelen, no solo estan aquellos que se abrieron en los 40 y 50. Ese es el caso del Dorado 70, que se ubicaba en el primer centro comercial de la ciudad: Plaza Universidad.

Fue diseñado por Juan Sordo Madaleno, que también se aventó Plaza Satélite. El Dorado 70 llevaba ese número en su nombre porque ese fue el año de su inauguración.

Tenía mil 300 butacas y una enorme pantalla curva. Y prácticamente se opuso a la moda de las multi salas. De hecho, en el mismo centro tenía una competencia directa de este estilo, los Multicinemas pertenecientes a la Organización Ramírez.

A mediados de los 90 El dorado 70 cerró sus puertas y hoy en día el espacio que tenía en la plaza es ocupado por un Mixup y un casino.

  1. Linterna Mágica

Aunque no es tan popular como otros cines antiguos de la CDMX, es un recinto muy extrañado. Fue inaugurado a finales de los 60 a un costado de la glorieta de San Jerónimo, dentro de la Unidad Habitacional Independencia del IMSS.

En 1995 fue adquirido por el grupo COSTA. Así fue como se convirtió en Cinema Linterna Mágica Plus, que ahora tenía dos salas.

En 1998 pasó a ser parte de Metrópolis Cinemas, pero con el paso del los años quedó en el abandono y en 2005 cerró sus puertas.

En 2019 el gobierno de la alcaldía firmó un convención con el IMSS para asegurar la remodelación y reapertura de este espacio. En su momento, se dijo que contaría con dos salas, una librería y libroclub y una cafetería.

  1. Manacar

En la esquina de Insurgentes y Río Mixcoac hoy se alza un enorme rascacielos. Sin embargo, en 1965 aquí nació uno de los cines antiguos de la CDMX que extrañamos: el Manacar.

Como telón, tenía un mural plegable realizado por el pintor Carlos Mérida y que llevaba por nombre Los Danzantes.

Su popularidad se mantuvo durante décadas, pero después del sismo de 1985 decayó y permaneció en el olvido. En 1995 fue absorbido por Cinemex, pero en 2013 un incendio destruyó el techo y terminó siendo derrumbado.