La Degolladora de Chimalhuacán, la Mataviejitas, el Pelón Sobera, el Poeta caníbal o el Estrangulador de Tacuba son algunos de los asesinos seriales que tenemos.
Así como en Estados Unidos tienen a Ted Bundy, Ed Gein, Charles Manson, nosotros tenemos nuestras versiones nacionales. La prensa y otros medios han hecho de estos personajes antihéroes, transgresores o los nuevos monstruos contemporáneos.
El infame Ian Brady, quien junto a Mira Hindley mataron y abusaron de varios niños en Inglaterra, escribió un texto llamado “Las puertas de Jano” donde decía que el asesinato era el motor de la civilización. Brady afirmaba cínicamente que lo que él hacía no podía ser más terrible que los propios asesinatos que había cometido el Imperio inglés en su afán por conquistar y saquear regiones enteras del planeta. Sin eso, los ingleses no hubieran tenido todo el poder que han tenido, tanto económico, como político.
De acuerdo con el FBI, para que alguien sea considerado asesino serial, debe tener por lo menos dos víctimas en su haber, y debe de existir un tiempo entre cada homicidio ocurrido. De esta manera no son considerados asesinos seriales a los perpetradores de los tiroteos que recientemente han sucedido en los Estados Unidos. En México, tenemos nuestras versiones, con problemáticas más locales y antihéroes sui generis. Veamos algunos de ellos:
Las Poquianchis
Las hermanas Carmen, Delfina, María de Jesús y Luisa González Valenzuela se dedicaban a la trata de personas en Guanajuato y Jalisco, donde administraban lugares de prostitución y cometían toda una serie de abusos y homicidios. Se hicieron famosas por que su historia fue de las primeras en aparecer en la famosa revista de nota roja Alarma y después por la película de 1976 del director Felipe Cazals:
https://www.youtube.com/watch?v=mCqnUd6U4vE
Goyo Cárdenas
Estudiante de química en la UNAM, Gregorio Cárdenas Hernández recibió una beca de PEMEX que le permitió independizarse y rentar un departamento en la calle de Mar del Norte 20, en Tacuba. Su mote “el estrangulador de Tacuba”, se debió a la afición que tenía por estrangular prostitutas quienes después las enterraba en el jardín de su casa. Por estos crímenes fue llevado preso al Palacio Negro de Lecumberri. El Dr. Alfonso Quiroz Cuarón, padre de la criminología en México, investigó la condición mental de Goyo, intentando explicar su conducta asesina. El profeta Mimí, película de José Estrada se inspiró en sus fechorías:
https://www.youtube.com/watch?v=4VUDeFLk8wo
Los Narcosatánicos
La historia truculenta de los Narcosatánicos se debe a los actos cometidos por Adolfo de Jesús Constanzo y Sara Alderete, quienes realizaban sacrificios humanos y practicaban la santería. Constanzo, de origen cubano, y Alderete se conocieron en Matamoros, en donde empezaron a realizar sacrificios humanos, entre ellos el de Mark Kilroy, un estudiante estadounidense que se encontraba de vacaciones en la ciudad. Fueron las inspiración para el libro de Barry Gifford Perdita Durango y la posterior película del director español Álex de la Iglesia. En nuestro país José Juan Munguía hizo la versión cinematográfica de sus atrocidades, protagonizada por Alfonso Zayas y Lina Santos:
https://www.youtube.com/watch?v=nc5TR9KZuzw
El caníbal poeta
José Luis Calva Zepeda, alias el Caníbal de la Guerrero, se suicidó en la cárcel después de aceptar el homicidio de Alejandra Galeana Garabito, su exnovia y el de una prostituta. Calva Zepeda además de matar a sus víctimas, comía partes de ellas. La policía encontró restos de Galeana Garabito en un armario, en un refrigerador y en sartenes en la cocina. En el 2008 se grabó el videohome El caníbal de la Guerrero, dirigida por Enrique Murillo.
https://www.youtube.com/watch?v=L0KWtZshx6s
La mataviejitas
También se realizó el videohome sobre la vida de Juan Barraza Samperio, quien era luchadora “La dama del silencio” y asesina serial de personas de la tercera edad. Barraza sufrió de abuso desde la infancia por parte de su madre. Fue capturada en 2006 y condenada a 759 años y 17 días de prisión por 17 homicidios y 12 robos.