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nmartinez

Masco chicle y pego duro. El multitasking es lo mío.

Velas, cena, chocolate, fresas… toda una ambientación perfecta para que esta noche cene Pancho. En el preámbulo todo es magia, promesas y muchas expectativas. Pero en lo que empieza a darle, termina. – ¿Ya? Mmta… apenas empezaba a sentir…


– ¿Vamos al hotel de siempre? – Mmmse… si quieres. – No es obligación, ¿eh? – Sí, sí, vamos allá, total, siempre es lo mismo. ¿Les suena conocida esta plática? Sí, quizá después de la situación del Tri y…


Tu pareja se tiene que ir en 15 minutos. Lo saben, no tienen tiempo y a los dos se les cuecen las habas por echarse un tiro, aunque sea algo rapidito. Lo intentan, una pierna por aquí, otra por…


‘Cuando no quede más sitio en el Infierno, los muertos caminarán sobre la Tierra’. (El amanecer de los muertos). Cuerpos que deambulan con la carne a punto de caerse, drama, ficción… esta serie tiene todo para cautivar a cualquiera….


Que si voy a engordar, que si me van a salir granos, que si ya no voy a poder embarazarme NUNCA JAMÁS, que no se siente igual, bah, mil millones de pretextos hemos escuchado en el café con las…


Es triste, pero cierto: la llama de la pasión se extingue con tu pareja. Por más que le hagas bailes exóticos, ella/él ni te voltea a ver. Le apagas la tele, le preparas su cena favorita, te contoneas y……


Estás en tu casa, tu novia/o está lejos para hacerle apachurro. De repente, recibes un mensaje: te dice que te extraña y que está de hueva el viaje con su jefe Fidencio. A ti se te prende el foco…


Ahí sí. No, un poco más a la derecha. No, más arriba, ahí no siento nada. Sí, así, así, así… Cuando estamos en lo mero mero, parecemos oficiales de tránsito dando instrucciones para generar la chispa adecuada. Y es…


Te presentan a un ejemplar hermoso (o hermosa). Platicas con él/ella, comparten ideas, se ríen juntos y, cuando suelta la primera carcajada, ves que en la lengua tiene una perforación. Piensas: De aquí soy. ¿En verdad las perforaciones eróticas…


Ahí estamos, en nuestros cuartos, llorando a moco tendido, mirando hacia la ventana preguntándonos: “¿yo no nací para amar?”. Ese jijo de la tiznada que creías tu hombre ideal resultó ser ‘igual que todos’: un ponecuernos, un vividor, un…


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