REVISIÓN GENERAL | |
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RESEÑA El amo del reventón trae la fiesta estilo Nueva York a la Roma, con electro, house y buenos cocteles. | 4 PUNTUACIÓN TOTAL |
Monterrey 47 Entre Uruapan y Sinaloa, esquina con Uruapan Col. Roma Norte Tel. 5207 4747 |
Horarios:
Precios:
$ 350 - $ 450jue-sáb 23-3 hrs. Cover $200 |
Generos : Electrónica
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Servicios:
Bebida internacional, Vestimenta casual, Bailar, Ligar
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ACTUALIZACIÓN: Mr. Keller cerró y en su lugar encuentras PDT: Please Don’t Tell
Por: Hugo Hernández
Mr. Keller es toda una personalidad de la vida nocturna. Ganó notoriedad en los años 70 cuando era bartender del Studio 54. En esa época se dedicó a abrir sus propios clubes de corte “clandestino” en Nueva York. Las fiestas eran tan buenas que la reputación se extendió a Londres, Bélgica, Alemania, Francia y España, donde hizo lo propio. En estos antros, los típicos underground de serie europea, sólo podías entrar por medio de una contraseña y, tras una puerta grafiteada en un callejón de mala muerte, te encontrabas en una fiesta glamorosa.
Muchos años después, Mr. Keller pasó un 15 de septiembre en Las Vegas y al ver cómo se divertían los mexicanos se planteó la posibilidad de llevar su antro al DF. Así, en plena colonia Roma se instaló con un concepto abierto a todo público.
Aunque los días de clandestinidad acabaron, el lugar mantiene esa aura alternativa con un vestíbulo tipo callejón neoyorquino, muy al estilo The Warriors. Desde ahí puedes comenzar a beber mientras esperas a tus cuates, ya que hay una barra que sirve shots para calentar motores. Empieza con el Mezcalina, una deliciosa combinación de hierbabuena, pepino, jugo de limón y mezcal.
El antro está dividido en dos secciones, la primera que abre es la terraza donde el dj en turno va creando, hábilmente, un ambiente sabroso con mezclas de house, deep house, indie y new disco y, afortunadamente, nos evita los éxitos pop de siempre. La otra sección, El Estudio Mr. Keller, abre más tarde cuando el ánimo comienza a desbordarse: ahí escucharás los mismos géneros musicales, pero menos comerciales aún: más electro y más pesado.
Si tienes suerte, puede que alguna de las noches te encuentres al mismísimo Keller, y entonces sí, cualquier cosa puede suceder…
Ya sabes, si quieres mesa, tendrás que comprar una botella (1,500 pesos, mínimo), pero también puedes deambular por el lugar bebiendo cualquiera de sus ricos tragos. ¡Realmente valen la pena! Probamos el Mr. Keller, que con su mezcla de chocolate y moras es delicioso. Otro muy refrescante es el Mr. Keller Gold, preparado con sidra y un toque de Licor del 43, pero con un gusto a fresa natural.
Tampoco te puedes perder el Chilli Keller, a base de puré de piña y durazno, apio, chile serrano, jugo de limón, jarabe natural y mezcal; se sirve en vaso escarchado con sal de gusano.
Si bien no hay un dress code específico, la gente que acude tiene personalidad y van con intención de ligue. No te vamos a mentir, es un lugar fresón. Y aunque la emoción de lo prohibido de antaño terminó, no cabe duda de que el lugar es original en su ámbito.