CERRADO Chapelle

No hay mejor locación para un antro, restaurante y bar que una casa que pudo haber sido habitada por María Antonieta. Techos altos y estancias tan grandes donde si de pronto pierdes a la banda con la que venías, no te asustes: ya te los toparas en alguno de los pisos. 

Aunque recomendamos hacer un recorrido a los tres espacios, la verdadera fiesta está en el primer piso. En la planta baja está el restaurante Salón Obregón (seguro se te antoja algo de la carta, que ofrece platillos tentadores para tener energía para lo que viene después).

La música es variada y va del pop hasta la alternativa.

Arriba, en el primer piso está Chapelle: un antro pequeño, bien distribuido con su pista al centro y mesas chiquitas hacia los lados. Su iluminación de leds hace que experimentes diferentes ambientes durante la noche.

En el último piso está la terraza, que puede ser rentada para eventos y tiene una parte techada y la otra al aire libre.

Si te quedaste en el primer piso pide ‘El Revolver’: una tabla llena de probetas de ensayo con seis shots diferentes, todos especialidades de la casa. También hay tragos para compartir como ‘Los Aztecas’, que son jarras hechas con frutas tropicales y licor de la casa.

Chapelle es uno de los lugares de reciente reapertura en la ciudad y aún se está definiendo el tipo de público que se convertirá en su clientela habitual. Los fans de El Imperial tendrán al lado una opción para variar, precopear o de plano seguirla.

Hay cover, además si piensas cenar y beber lleva tus tarjetas.