Papa Beto Jazz Bistro

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El rey de la ciudad, ¿por qué? Simplemente porque éste es el único lugar a donde el público va con la prioridad de escuchar el mejor jazz de México, y los músicos, conscientes de ello, van con la única misión de complacer al conocedor y a sí mismos. Puro clavado pero en buena onda. Tras la muerte, hace ya varios años, del Arcano (legendario antro de jazz de los ochenta), sólo Papa Beto ha logrado llenar el vacío de una escena musical si bien precaria en difusión, llena de talentosos músicos. Aun cuando las sencillas mesas de madera y las periqueras al fondo estén repletas o haya apenas un puñado de personas, los músicos se la pasan bomba, ríen entre ellos, se siguen con la mirada y aplauden en cada solo. Mexicanos, argentinos, cubanos y brasileños se unen con el único fin de hacer muy buena música. Papa Beto es ya legendario: aquí han palomeado figuras de la talla de Wynton Marsalis, Makoto Ozone y toda la plana mayor de jazzistas radicados en México. Se recomienda, además de checar la cartelera, asistir los martes, cuando se arma el jamming hasta altas horas de la madrugada.